■ En los pasados siete años han prevalecido bajos costos de producción y altos precios
Continuo declive de Pemex en los gobiernos de Acción Nacional
■ Pasó del lugar seis al 11 de 2000 a 2007; en ascenso, el monto entregado al fisco y la deuda
Desde el año 2000, cuando el Partido Acción Nacional (PAN) ascendió al poder, Petróleos Mexicanos (Pemex) ha sufrido un constante deterioro en sus principales indicadores, pese a que en los pasados siete años han prevalecido condiciones extraordinarias para la explotación de crudo: bajos costos y altos precios, según revela el más reciente diagnóstico de la industria petrolera mexicana elaborado por la paraestatal.
De acuerdo con cifras oficiales, Pemex pasó del sexto lugar en 2000, cuando Vicente Fox llegó a la Presidencia de la República, al número 11 en 2007, primer año de gobierno de Felipe Calderón, según se desprende de los datos dados a conocer en el reciente análisis: Situación y reforma de Pemex, fechado el 29 de mayo de 2008.
Entre 2000 y 2007, periodo de gestión del PAN al frente de la administración gubernamental, la deuda en la paraestatal se duplicó, la producción prácticamente se ha mantenido estancada con tendencia a la declinación, la refinación no se ha incrementado, mientras que las reservas probadas también se desplomaron, al pasar de una relación entre tasa de restitución contra producción de 22 a 9.2 años.
Mientras que Pemex en 2000, primer año de administración del PAN, se ubicaba en la posición número seis solamente por abajo de Saudi Aramco; PDVSA, Exxon-Mobil, Nioc y Shell, para 2004 retrocedió noveno lugar desplazada por British Petroleum, Chevron y Total, pero para 2007 su posición se deterioró y se ubicó en el nivel 11, al incorporarse en el ranking CNPC de China y la estadunidense ConocoPhillips.
En lo que respecta a la producción total de petróleo crudo equivalente, ésta prácticamente se ha mantenido estancada entre 2000 y 2007 en un promedio anual de 3.2 millones de barriles diarios.
Por su parte, la deuda neta de Pemex, o la diferencia entre deuda total y efectivo más valores de inmediata realización, se duplicó, al pasar de unos 155 mil millones de pesos en 2000 a 330 mil millones de pesos al cierre de 2007, pese a que las ventas también se duplicaron al ascender de 641 mil millones en 2000 a un billón 134 mil millones de pesos al concluir 2007.
Las importaciones de gasolinas aumentaron de 31 por ciento como porcentaje del consumo de gasolinas en 2000 a 41 por ciento en 2007, puesto que la capacidad de refinación no se ha incrementado con la construcción de nuevas refinerías desde 1979.
Desplome de las reservas
Las reservas probadas, definidas como los volúmenes de hidrocarburos evaluados a condiciones atmosféricas y bajo condiciones económicas y de operación existentes a una fecha específica, que se estima serán comercialmente recuperables con certidumbre razonable, cuya extracción cumple con las normas gubernamentales establecidas y que han sido identificadas por medio de información geológica y de ingeniería, también se desplomaron en el periodo de referencia.
Así, las reservas probadas cayeron de 32 mil millones 614 mil 400 barriles de petróleo crudo equivalente al final de 2000 a sólo 14 mil 717 millones de petroleo crudo equivalente al cierre de 2007.
El extenso análisis reconoce que entre 2000 y 2007 “las condiciones para la explotación de los recursos petroleros del país fueron extraordinarias: bajos costos y altos precios”. Adicionalmente, pese a la declinación de la producción de petróleo, los altos precios provocaron que los ingresos de Pemex alcanzaran un récord en 2007, con ventas por 104.5 mil millones de dólares.
Sin embargo, la petrolera nacional ha venido registrando pérdidas con excepción de 2006. Estas mermas son atribuibles tanto al régimen fiscal como a problemas de carácter operativo. Según las cifras oficiales, Pemex pagó al fisco mediante impuestos, derechos y aprovechamientos poco más de 4 billones de pesos entre 2000 y 2007, lo que equivale a 42 por ciento del valor de la economía medida a través del producto interno bruto (PIB) del año pasado, que fue de 9.5 billones de pesos.