■ Rechazan que sea un “estado de emergencia”; los subsidios no deben darse más de un año
Exigen empresarios al gobierno dejar que el mercado regule los precios de alimentos
■ La mejor salida es la creación de empleos bien remunerados, coinciden el CCE y la Coparmex
El sector productivo del país no considera que las alzas en los precios de los alimentos sea un “estado de emergencia”, por lo advierte que desde ahora debe plantearse que los subsidios a las clases de menores ingresos sean limitados a no más de un año.
En entrevistas por separado, los presidentes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Armando Paredes Arroyo y Ricardo González Sada, respectivamente, plantearon que una política de Estado encauzada a la creación de empleos bien remunerados será la mejor salida.
“Se deben crear empleos permanentes y bien remunerados; que (las autoridades) no se metan con los precios, porque volveríamos a situaciones ya superadas de las que nos costó mucho salir”, manifestó González Sada.
Por su parte, Paredes Arroyo consideró que el problema de los alimentos “ha hecho mucho ruido”, y calculó que los precios de los productos básicos no podrán aumentar más porque no se venderían. “Más bien la tendencia sería a la baja, aunque no a los niveles de hace tres años”, afirmó el líder empresarial.
En esa apreciación coincidieron también los presidentes del Consejo Nacional Agropecuario, Jaime Yesaki Cavazos, y de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo, Lorenzo Ysasi Martínez. “Son mecanismos del propio mercado; si los productos aumentan demasiado, la gente no los compra”, coincidieron.
Por su parte, el presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamín), Ismael Plascencia Núñez, anunció que los afiliados a ese organismo se sumarán al programa del gobierno federal para afrontar el incremento en los alimentos, aunque –aclaró– el sector aún no define la forma de su participación para evitar una escalada.
González Sada hizo declaraciones en la ciudad de México y en Apizaco, Tlaxcala, donde participó en la 22 asamblea anual ordinaria del Centro Empresarial de Tlaxcala. En ambos casos exigió al gobierno federal “no meter las manos en los precios” de los productos y dejar que el mercado trabaje libremente para respetar los niveles altos que hay, a fin de incentivar a los trabajadores del campo para que se aumente la superficie de cultivo.
La actual administración –dijo– debe “ponerse las pilas” para acelerar el crecimiento económico y aumentar la generación de empleos suficientes y bien remunerados, impulsando la competitividad de las empresas. “Resulta contradictorio que mientras eliminan aranceles y se abren las fronteras a empresas extranjeras que reciben subsidios de sus gobiernos, a los nacionales se nos eleven los costos de producción”, cuestionó.