■ El reciente albazo al Estatuto de Gobierno, ejemplo: consejera; sería complicada: Colmex
Advierten en foro clima adverso para la reforma del DF
La consejera Jurídica y de Servicios Legales del Gobierno del Distrito Federal, Leticia Bonifaz Alfonzo, coincidió con investigadores de El Colegio de México (Colmex) en que no están dadas las condiciones para una reforma en el Congreso de la Unión que permita a la entidad contar con su propia constitución política.
Al participar en el seminario internacional Gobierno y políticas públicas en las áreas metropolitanas de Madrid y la ciudad de México, organizado por dicho centro de estudios, la funcionaria recordó, a pregunta expresa, que la última reforma que se hizo al Estatuto de Gobierno fue más bien “un albazo que no ha terminado de consumarse”.
“Casualmente –acotó– resultaron hermanos el presidente de la Asamblea Legislativa y el representante del PRD en el Senado”, Víctor Hugo Círigo y René Arce, respectivamente –ambos de Nueva Izquierda– y que, como se recordará, contó con el respaldo de los legisladores del PAN.
Bonifaz afirmó que aunque se tiene total claridad en materia jurídica de por dónde se tiene que ir y aun si así lo estuvieran pidiendo todos los habitantes del Distrito Federal, por la composición del legislativo federal “tendríamos la adversidad total para una posible reforma en el terreno político” e ir por otras opciones intermedias, como una ley de capitalidad, como la que tiene la ciudad de Madrid, aunque no está descartada, tendría un resultado más estrecho.
El presidente del Colmex, Javier Garcíadiego Dantán, y la profesora-investigadora del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales de la misma institución, Judith Domínguez Serrano, apuntaron sobre lo complicado que resultaría una reforma constitucional que permitiera a la ciudad promulgar su propia constitución.
“Para conseguir eso, se necesitan dos terceras partes del Congreso General y la mitad más uno con mayoría simple de los Congresos locales y eso lo veo muy distante porque implica unas alianzas macropolíticas tremendas”, apuntó Garcíadiego, mientras que Domínguez Serrano advirtió que el que la ciudad sea sede de los poderes federales, no puede ser pretexto para una injerencia excesiva.
“Hoy por hoy es un contrasentido para la democracia que el Presidente de la República pueda remover al jefe de Gobierno cuando ha sido electo por los ciudadanos del Distrito Federal, hecho que no pasa en los estados”.