■ Pide la canciller israelí comicios en su partido ante acusaciones de corrupción al premier
Aumenta presión para que renuncie Ehud Olmert
Jerusalén, 29 de mayo. La tormenta política en Israel sobre la permanencia de Ehud Olmert en el cargo de primer ministro se intensificó hoy cuando la popular canciller Tzipi Livni afirmó que el partido gobernante Kadima debe prepararse para elecciones y que era deseable concursar posibles candidaturas.
El exhorto de Livni a Kadima a “prepararse para cualquier eventualidad” puso más presión sobre Olmert, ante acusaciones de que el empresario estadunidense Morris Talansky dio al primer ministro 150 mil dólares en los últimos 15 años. La canciller afirmó que “la realidad” ha cambiado luego de que el ministro de Defensa y líder del Partido Laborista, Ehud Barak, amenazó con forzar una elección y salirse de la coalición de gobierno a menos que Olmert se retire.
Durante una discusión con periodistas israelíes en que Livni delicadamente evitó mencionar el nombre del primer ministro, declaró: “Soy una firme creyente en elecciones primarias, y creo que debemos involucrar al público al elegir un liderazgo y restablecer la credibilidad de Kadima.
De manera dura aunque velada, Livni desestimó la defensa de Olmert, en el sentido de que actuó “de manera cuestionable, mas no ilegal”, al aceptar que Talansky le haya dado efectivo que le permitió hospedarse en hoteles de lujo de Estados Unidos e irse de vacaciones con su familia a Italia. “No se trata sólo de lo legal”, afirmó, “me enfurece el intento de alegar que es una cuestión de normas que deben acatar los que entran en la política. No es verdad, yo estoy en contra de tratar de imponer normas a los políticos”.
Livni insistió en que “debemos ser líderes, no seguidores”, y dijo que cuando Barak amenazó con elecciones anticipadas, al “gobierno le fue imposible responder”. Ni Livni ni Barak han exigido la renuncia de Olmert, notable luchador político, más bien sugieren que “suspenda” sus labores mientras continúa la investigación.
Olmert, cuyos abogados interrogarán a Talansky en julio, ha dicho a sus colaboradores que probará su inocencia en el juicio y que sólo renunciará si es encontrado culpable. Esto indica que podría estar apostando a que, al final, Barak no cumplirá su amenaza de anticipar elecciones, pues según sondeos él perdería una elección general ante Benjamin Netanyahu, líder del derechista Likud.
En cuanto a la alusión de Livni de “involucrar al público” en la elección del líder de Kadima, es significativa debido a que las encuestas indican que ella es fácilmente el personaje más elegible de su partido, si bien se cree que el derechista Shaul Mofaz tiene una base más fuerte de simpatizantes.
De hecho, la prensa ha especulado que existe un acuerdo según el cual, a cambio de apoyar a Kadima ahora, Olmert ha prometido a Mofaz “darle” a sus simpatizantes en caso de que tenga que dejar el cargo de primer ministro.
Gideon Saar, parlamentario de alto rango de Likud, comparó la amenaza de Barak, para la cual no fijó ningún plazo, con el llamado “menos que impresionante” que hizo Livni para que Olmert renunciara a principios de año luego de que fue duramente criticado en el reporte Winograd sobre la guerra contra Líbano de 2007. Livni no renunció a su cargo cuando Olmert ignoró su exhorto.
Pero Barak reafirmó este día su amenaza del miércoles aprovechando lo dicho por Livni, al pronosticar elecciones este año y afirmar: “El liderazgo se ha despeñado, debemos preparar elecciones. El primer ministro debe tomar decisiones y si no lo hace, nosotros las tomaremos por él.”
Eli Yishai, ministro del gabinete que preside el ultraortodoxo partido Shas, afirmó que ha comenzado una “dinámica de elecciones” y que su formación es la única que nada tiene qué temer ante una consulta. Si Shas abandona la coalición quitaría a Olmert su mayoría parlamentaria en la Knesset, a menos de que encontrara otro aliado.
© The Independent
Traducción: Gabriela Fonseca