Los argumentos biológicos en el debate sobre el aborto
En la consulta que realiza la Suprema Corte de Justicia de la Nación para decidir sobre los recursos de inconstitucionalidad sobre la despenalización del aborto en el Distrito Federal han surgido un conjunto de elementos biomédicos con los que se pretende mostrar que el embrión es una persona. Sin embargo, muchas de las características que se postulan como propias del cigoto son compartidas por otras células o tejidos, como en el caso de las células cancerosas.
1. ADN humano. Uno de los argumentos más socorridos para sostener que el embrión es una persona es que sus células tienen el ácido desoxirribonucleico (ADN) de nuestra especie, y que esta molécula es diferente de la que se encuentra en el padre y la madre, lo que lo convertiría en un sujeto distinto, único e irrepetible. Si esto es así, las células individuales o el conjunto de células con ADN distinto serían una “persona independiente” que debería ser protegida constitucionalmente. Éste es un argumento a todas luces falso, pues en prácticamente todos los sujetos pueden coexistir células que presentan una diferente composición en su ADN.
Se ha demostrado que en el origen de prácticamente todas las variedades de cáncer existen cambios en el ADN. Por ejemplo: Krkovona y sus colaboradores, muestran, en un artículo publicado este año (Neoplasma 55 (3): 205-14), que las células en el cáncer de ovario y en el cérvico uterino presentan diferentes tipos de rearreglos cromosomales. Parecería un abuso, pero las modificaciones en el ADN de células cancerosas dan lugar a células humanas con ADN distinto. Se trata de células enfermas, pero que de ningún modo podrían ser consideradas, por tener un genoma distinto en el cuerpo de una persona, seres humanos independientes, únicos e irrepetibles, susceptibles de contar por ese hecho con protección constitucional.
2. Reprogramación epigenética. Otro argumento de quienes se oponen a la despenalización del aborto es que el embrión presenta cambios en la molécula de ADN que son una expresión de autonomía. Se trata de modificaciones bioquímicas en esta molécula, que incluyen la metilación, acetilación, remodelación de la cromatina y variaciones en las proteínas asociadas, las cuales configuran una entidad nueva que regula la expresión genética. Pues bien, estos eventos son considerados también como elementos iniciales de la carcenogénesis y la formación de tumores. Puede verse, por ejemplo, Herranz y Estellers (Methods Mol. Biol. 365: 25-62, 2007). Así, puede afirmarse que las células cancerosas presentan una reprogramación epigenética que se postula como característica del embrión humano y por tanto requerirían por este hecho, si se admite este tipo de argumentos, de protección constitucional.
3. Genes específicos. Se ha implicado en el debate sobre el desarrollo autónomo del embrión la mediación de algunos genes específicos, por ejemplo el Cdx2 ¡en ratones! Pero no importa: para llevar el tema al desarrollo del embrión humano, el CDX2 (con mayúsculas) también es un intermediario en el desarrollo de células cancerosas, como en la metaplasia intestinal y el carcinoma gástrico (Almeida y cols. J. Pathol. 199 (1): 36-40, 2003).
Otros genes, como los FOX, postulados en el desarrollo del embrión humano, participan también en el origen de algunos tipos de cáncer como el pulmonar, de esófago y de páncreas (Katoh y Katoh Int. J. Oncol 25(5): 1495-500). No quiero hacer trampas, no estoy hablando del gen FOXP2 que participa en el desarrollo del lenguaje, que, por cierto, es una función que no se ha desarrollado en el embrión de menos de 12 semanas, pues carece de las estructuras neurales para ello.
Quiero aclarar que no pretendo establecer una equivalencia entre cáncer y embriones, lo que sería algo completamente absurdo y descabellado. Lo que quiero decir es que todos los argumentos “científicos” que se han presentado para justificar que el cigoto es una persona podrían ser aplicados a otras células, como las cancerosas.
Lo que quiero mostrar es el absurdo en el que nos encontramos, pues si los alegatos biomédicos de los opositores a la despenalización del aborto son tomados en serio por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, entonces debería ser penalizada la extirpación de tumores malignos, y la mayoría de la población estaría condenada a la muerte.