■ Intenta convencer a una juez de que está viejo, enfermo y podría morir en el penal
Busca el general Gutiérrez Rebollo cumplir en su casa condena de 40 años de prisión
■ El militar, vinculado al cártel de Juárez, tiene pendiente otra sentencia de casi 32 años
Ampliar la imagen El general Gutiérrez Rebollo, en imagen de archivo Foto: Cuartoscuro
El general de división José de Jesús Gutiérrez Rebollo, ex comisionado del desaparecido Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD), quien fue condenado este año en definitiva a 40 años de prisión por haber otorgado protección al fallecido Amado Carrillo Fuentes, fundador del cártel de Juárez, intenta convencer a una juez federal de que está viejo, enfermo y en posibilidades de morir en el penal de máxima seguridad del Altiplano, a fin de que le permita cumplir su castigo desde una alcoba de su casa.
Fuentes gubernamentales que conocen del caso revelaron a La Jornada que Gutiérrez Rebollo –quien recientemente fue restituido en su cargo de general por orden de un tribunal federal– pidió a las autoridades judiciales que le concedan el beneficio de ley asentado en la reforma que en 2004 se hizo al artículo 55 del Código Penal Federal (CPF).
Dicha norma permite a mayores de 70 años cumplir una condena de pena privativa de la libertad dentro de su domicilio particular, en caso de senilidad o precario estado de salud comprobados.
La legislación penal sobre el derecho a la prisión domiciliaria es utiliza desde hace décadas en países europeos, y en México comenzó a aplicarse en 2005.
El primero en valerse de dicha reforma fue Ernesto Díaz Infante, ex ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), quien no pudo recibir sentencia por los cargos de cohecho y contra la administración de justicia debido a que lo alcanzó la muerte el 24 de abril de 2006. Los últimos días de su vida, Díaz Infante los pasó en su casa, cerca de sus familiares y con la posibilidad de tener una atención médica de primer nivel.
El artículo 55 del CPF señala que “cuando la orden de aprehensión se dicte contra una persona mayor de 70 años, el juez de la causa podrá ordenar que la prisión preventiva se lleve a cabo en el domicilio del indiciado bajo las medidas de seguridad que procedan, de acuerdo con la representación social”.
También refiere que “una vez dictada la sentencia, la pena podrá ser sustituida por una medida de seguridad, a juicio del juez o tribunal que la imponga de oficio o a petición de parte, cuando por haber sufrido el sujeto activo consecuencias graves en su persona, o por su senilidad o su precario estado de salud fuere notoriamente innecesario o irracional que se compurgue dicha pena”.
Ahora el general pretende demostrar en el juzgado cuarto de distrito de procesos penales federales de la ciudad de México que su salud es deficiente, debido a que supera los 70 años. Tendrá que presentar dictámenes médicos y perciales que lo demuestren.
Si el general consigue su cometido, incluso podrá ir de su casa al hospital de su preferencia, cada que su salud se debilite y requiera cuidados intensivos.
Desde 1997, cuando fue detenido, el general Gutiérrez Rebollo fue ingresado en el penal federal de La Palma –ahora conocido como Altiplano–, ubicado en el estado de México.
Esos penales, por ser de máxima seguridad, tienen medidas extremas de vigilancia, entre ellas cámaras mediante las cuales son vigilados los presos las 24 horas del día.
En abril pasado, el ex comisionado del INCD perdió un amparo directo que solicitó para impugnar la condena a 40 años de prisión, motivo por el cual se prevé que el general pase los últimos años de su vida en prisión.
El militar vinculado con el cártel de Juárez tiene pendiente también el cumplimiento de otra sentencia de 31 años, 10 meses y 15 días de cárcel por los delitos de acopio de armas de fuego de uso exclusivo de las fuerzas armadas.
Asimismo, tiene pendiente el desahogo de un proceso ante el fuero militar.