■ A las 12 horas, Stephen Montague en el Centro Nacional de las Artes
Arranca hoy en el DF y Morelia el Foro Internacional de Música Nueva
Ampliar la imagen Para Javier Álvarez es importante “mirar para adelante, hacia lo desechable, hacia los cambios en los estilos de vida” Foto: María Luisa Severiano
Congruente con su naturaleza de ir pisándole los talones al tiempo real, en su 30 aniversario el Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez trata de evitar alguna mirada nostálgica al pasado y concentra su atención más bien en lo que se está haciendo y, más aún, en lo que está por hacerse.
Sin embargo, el compositor Javier Álvarez, director artístico y encargado de la curaduría del foro, no deja de observar que en estas tres décadas muchos de los creadores participantes en este encuentro de música y reflexión han nacido en esta etapa de cambio de una “sociedad analógica” a otra digital.
De hecho, dice Alvarez en entrevista con La Jornada, a estas consideraciones responden el programa y la curaduría del foro, en el que destaca la participación artística y académica de figuras como Stephen Montague, José Manuel López López, Alejandro Viñao, Catherine Meunier, Carmina Escobar y Dynamis Ensamble, dirigido por Javier Torres Maldonado.
En esta ocasión el foro de música nueva se realizará en dos ciudades, del lunes 26 de mayo al domingo 8 de junio: la primera semana en el Distrito Federal, teniendo como sedes el Centro Nacional de las Artes y el Palacio de Bellas Artes, y la segunda en Morelia, en el Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras, el Teatro Ocampo y el Conservatorio de las Rosas, que también dirige el propio Álvarez.
A la par de los conciertos se realizarán conferencias, cátedras, instalaciones sonoras y un seminario, con el fin de recuperar el carácter de espacio de reflexión e intercambio de ideas en torno al arte musical contemporáneo que le había impreso al foro su fundador, Manuel Enríquez, y que se había diluido.
Entre el romanticismo y la computadora
Así, mediante la melomanía y el gusto por las ideas, durante esos días el público podrá acercarse a la amplia diversidad del nuevo quehacer musical de México y el mundo, en la que caben, por un lado, las tendencias de la nueva complejidad creativa, los aspectos más gestuales y las estructuras de mayor detalle.
Pero además, apunta Álvarez, las creaciones más posmodernas, menos conservadoras y enfiladas al minimalismo. O la vuelta conservadora del “nuevo romanticismo”, de inspiración decimonónica, pero idea instrumental plenamente contemporánea.
O también, la tendencia a la música electroacústica que combina computadoras, músicos, algoritmos y propuestas interdisciplinarias como la propicia la interacción entre la música y las imágenes.
Claro que, como advierte el compositor, dentro de todas esas tendencias se da un amplio abanico de variables singulares, de las que, por cierto, todas tienen plena expresión y experimentación en México, pues los compositores locales ya se han integrado a la globalización musical del mundo.
El humor autocrítico de Montague
Las sorpresas del Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez comenzarán en la misma inauguración, hoy lunes 26 a las 12 horas, en la zona de esculturas del Centro Nacional de las Artes, con un concierto dirigido por Stephen Montague, quien realizará una “autocrítica de su trabajo creativo”.
Será un sano ejercicio de humor, con la participación como solista de Mario Iván Martínez y en el que se utilizarán ocho automóviles, sus cláxones, su abrir y cerrar de puertas, sus radios, bombillas de bicicleta.
Montague es el primero que se atreve a esta autocrítica desacralizadora, dice Álvarez, con la sana intención de dar su lugar a la gente no conocedora de su universo sonoro. Y recuerda que el compositor ha creado música para amateurs con el fin de que puedan recrearla con sus propios materiales.
Eso es importante porque es una “actitud de hoy, de la cultura de cinco minutos, en la que no hay que hacer museos de todo, pues ya no hay tiempo”. Por eso, dice, “tenemos que mirar para adelante, hacia lo desechable, hacia los cambios en los estilos de vida”.