■ La exposición se presenta en Pittsburgh
Vida en Marte muestra lo que es ser humano en el mundo actual
¿Qué significa ser un ser humano en el mundo actual? Esa pregunta perpleja es abordada en Vida en Marte, exposición organizada por el Museo Carnegie de Arte, ubicado en Pittsburgh, Estados Unidos, como parte de su serie Exhibición Internacional Carnegie, establecida en 1896 por el industrial Andrew Carnegie, como un vehículo para que el recinto se hiciera de una colección de los “viejos maestros de mañana”, ya que ambicionaba crear un museo de arte moderno.
Vida en Marte comprende alrededor de 200 obras, hechas en diferentes medios: desde pintura, escultura y dibujo hasta animación, cine, instalación y performance. Entre los 40 artistas participantes, “emergentes y establecidos”, representativos de 17 países, está el mexicano Daniel Guzmán (1964), con siete obras. También se encuentran Mark Bradford, Cao Fei y Rike Noguchi –cuya obra, por cierto, se puede ver en la muestra Brave New Worlds en la Fundación/Colección Jumex–, así como Thomas Hirschhorn y Wolfgang Tillmans, que acaban de tener muestras en el Museo Tamayo de Arte Contemporáneo.
Cada artista aporta un punto de vista muy personal sobre la cuestión de la reacción de la humanidad a un mundo en que los acontecimientos globales “desafían y parecen amenazar nuestra existencia cotidiana”.
Por vez primera en 112 años la exposición, curada por Douglas Fogle, curador de arte contemporáneo en el Carnegie, lleva un título que no sea sólo Internacional Carnegie. Para Fogle Vida en Marte es “un gesto poético en términos de reflexionar sobre nuestro lugar en el universo como humanos. ¿Nos encontramos solos en el universo? ¿Existen los seres de otros planetas? O, ¿somos nosotros los extraños en nuestros propios mundos?
“Para mí el arte contemporáneo tiene tanto que ver con aceptar nuestro propio mundo, como con crear un juego de mundos en paralelo a aquellos en que movemos a diario. La premisa temática detrás de la muestra tiene que ver con la idea de los momentos íntimos en nuestra vida cotidiana que perdemos de vista al transitar por nuestros mundos y no ver lo que está en frente de nosotros.
“También tiene que ver con el sentido más infinito de formar parte del universo mayor y encontrarnos adentro y viendo hacia afuera. Todos los artistas participantes en el Internacional Carnegie 2008 (el 55 de la serie) fueron seleccionados en la medida que su trabajo comunica esta sensibilidad.”
En exhibición hasta el 11 de enero de 2009, la Internacional otorgó el Premio Carnegie, de 10 mil dólares, al artista participante, el estadunidense Vija Celmins (1938), por su “logro sobresaliente en el contexto de una vida de producción. Ahora por vez primera se entregó el Premio Fine, que fue para el tailandés Apichatpong Weerasethakul (1970), en su calidad de artista emergente de la exposición”.