■ Señalan la imposición de funcionarios que desconocen el sector
Los programas sociales son aplicados con “ignorancia”, señalan especialistas
Los programas de desarrollo social y combate a la pobreza que lleva a cabo el gobierno federal son muy bien intencionados, “pero planteados con mucha ingenuidad e ignorancia de lo que cuesta ponerlos en marcha”; muestra de esto son los resultados y las políticas en los que están sustentados, consideraron especialistas en la materia.
La presidenta de la organización Iniciativa Ciudadana y Desarrollo Social (Incide Social), Clara Jusidman, afirmó que en el gobierno calderonista existe “buena voluntad” de poner en marcha programas de impulso al desarrollo social, “pero a la hora de bajar y operarlos (los funcionarios federales) se percatan de que no tomaron los datos y la información necesaria como para lanzar una cosa de ese tipo”.
Su desconocimiento en la materia –citó algunos ejemplos– llega al grado de excluir a menores de edad en el programa Seguro para la infancia, y en el de Estancias infantiles no se prevén esquemas de formación para quienes están a cargo de las guarderías ni las normas de espacio existentes para estos lugares.
Se trata, observó la ex secretaria de Desarrollo Social del Distrito Federal, “de un desperdicio de las buenas y malas experiencias que ha tenido el país en política social o de lo desarrollado en la materia en otros países”.
Otra deficiencia institucional, dijo, está en la imposición de políticos y funcionarios que, salvo excepciones, desconocen la operación de programas de desarrollo social. Citó que del total de delegaciones regionales de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), 16 las dirigen personas relacionadas con el PAN, en 11 hay gente con experiencia en el sector empresarial y dos en la administración pública federal.
En entrevista, explicó que la estrategia Vivir mejor es la réplica del Contigo foxista, y está en una lógica de política económica que no plantea la generación de fuentes de trabajo como objetivo, sino el control inflacionario. Esta última, agregó, es una medida que durante décadas se ha venido aplicando en el país sin eficacia, porque hemos estado creciendo a tasas muy bajas y afectando el empleo.
Ante las voces que se han levantado pidiendo la desaparición de la Sedeso, indicó, “la molestia es porque los programas pueden ser utilizados con fines de condicionar y promover el voto”, ya que “el tema del blindaje de programas sociales es uno de creciente importancia en un contexto electoral tan conflictivo”.
“No hay ningún fundamento lógico para desaparecer la Sedeso, porque la política de desarrollo social o de combate a la pobreza es parte de las funciones del Ejecutivo, y mientras haya este poder tiene que permanecer ahí la secretaría. Además se trata de una dependencia en la que concurren los tres órdenes de gobierno –federal, estatal y municipal–, por lo que éstos tendrían que entrar también a revisión”, destacó el ex coordinador de Oportunidades Rogelio Gómez Hermosillo.
Para el consultor en política social, aunque en el país se está viendo “cierta continuidad” en la creación de programas de desarrollo social, la estrategia de los mismos es limitada, porque aún se desconoce qué es lo que el gobierno calderonista va a hacer y las metas para mejorar las condiciones de vida y reducir las condiciones de marginación en el país.
“La estrategia Vivir mejor en principio parece bastante limitada, no explica mucho cómo se van a lograr impactos y cómo se afrontarán problemas emergentes y logros que sí se están dando o corregir algunas situaciones muy importantes como la cobertura de salud para los más pobres y la calidad de la educación en las zonas más marginadas del país”, señaló.