■ Será uno de los temas centrales en la Conferencia Regional sobre Educación Superior
Las universidades deben construir sociedades democráticas: expertos
Frente a un creciente debate sobre la función que deben asumir las universidades en América Latina y el Caribe, expertos en el sistema regional de educación superior, advierten que “nos encontramos en una condición de riesgo general que nos obliga a poner en el centro de la discusión el carácter y la altura de los cambios que desde este nivel educativo pueden llevarse a cabo para construir sociedades más democráticas y equitativas”.
En el documento-base de la Conferencia Regional de Educación Superior 2008 (CRES), que se realizará del 4 al 6 de junio próximo en Cartagena de Indias, Colombia, con la asistencia de representantes de 37 países, destacan que ante sociedades que enfrentan cotidianamente inseguridad, inestabilidad social, económica y ambiental, se debe analizar la función y el impacto del avance en el conocimiento, la ciencia y la innovación tecnológica.
Las decisiones que se asumen en estos campos no son “del todo pertinentes y adecuadas”, al operar bajo lógicas “a menudo racistas, con fines de alcanzar un lucro desmedido o con acciones que pueden poner en riesgo partes vitales de la existencia del planeta”.
Con una matrícula universitaria estimada en 14 millones de estudiantes, es decir, 259 alumnos por cada 10 mil habitantes, con una tasa de cobertura promedio en la región de 28.5 por ciento de la población en edad de cursar estudios universitarios, el balance de la educación superior en América Latina, revela que 60 por ciento de quienes asisten a una aula universitaria, se concentran en tan sólo tres países: Brasil, con 28 por ciento; México, con 17 por ciento; Argentina, con 14 por ciento. Le siguen Perú, con 6 por ciento; Centroamérica con el mismo promedio, Chile, 4 por ciento; Bolivia, 2 por ciento y la región caribeña, uno por ciento.
Respecto a la distribución de los alumnos por áreas del conocimiento y carreras, destacan que se mantiene una fuerte tendencia a la concentración en ciencias sociales, empresariales y jurídicas, con un promedio de entre 35 y 40 por ciento de la matrícula regional, mientras que las ciencias exactas sólo concentran a un 10 por ciento de los alumnos.
Ante un escenario “cada día más complejo y cambiante” y a una década de la realización del primer encuentro internacional sobre estudios universitarios, en el que se aprobó la Declaración Mundial Sobre la Educación Superior en el siglo XXI: Visión y Acción, lo que definió el marco prioritario para el cambio y el desarrollo de este nivel educativo a escala global, el Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, convocó a un segundo encuentro regional para abordar ejes prioritarios, como el papel de la educación superior en la construcción del conocimiento y la innovación, así como la calidad, pertinencia, relevancia y compromiso social que deben asumir las universidades.
Los retos de la integración regional en un contexto de globalización, también será uno de los temas más relevantes, así como los procesos de financiamiento y gobierno de las instituciones de educación superior en la región, tópicos que serán discutidos por investigadores, expertos y autoridades educativas de las 19 naciones latinoamericanas, quienes acuden al encuentro a fin de elaborar una propuesta regional que responda a las necesidades de nuestras sociedades.
Convocada como un encuentro regional preparatorio para la Conferencia Mundial de Educación Superior, que se celebrará en 2009, los 3 mil 500 delegados asistentes al encuentro analizarán durante tres días cuáles son los principales retos que enfrenta la formación universitaria en la región, pero también el papel que deben asumir las propias instituciones universitarias para construir sociedades donde el conocimiento y el saber “no perpetúen condiciones de inequidad”.
Por ello, especialistas de toda América Latina advierten que la región sigue determinada por su exclusión, en un contexto de brechas y asimetrías, dentro de la división internacional de los conocimientos, de la innovación tecnológica, la ciencia y sus aplicaciones.
Este escenario, aseguran, “aparece día a día, y de manera constante y desalentadora, para las instituciones educativas de la región, que se ven constreñidas a realizar procesos que tienen que ver más con la transferencia de conocimientos o con su imitación, que con la innovación y creatividad desde la perspectiva de una cultura propia y de una identificación clara de las prioridades sociales y económicas en beneficio de las mayorías de sus poblaciones”.