■ Subsidios, la mejor receta ante la coyuntura, según la recomendación del BID
Rehúsa el gobierno aplicar el “antídoto” contra la crisis alimentaria: productores
■ El alza de insumos erosiona ganancias de campesinos ante los altos precios de las cosechas
El mejor “antídoto” para enfrentar la crisis alimentaria es incentivar la productividad, y eso “no se puede hacer con las manos vacías se requieren créditos, subsidios a la producción, especialmente de cultivos estratégicos, infraestructura, apertura de nuevos programas para el campo, establecer una reserva de granos, castigar a los intermediarios y especuladores que han encarecido los insumos y abatir el subejercicio de dependencias como la Sagarpa”, señalaron organizaciones campesinas.
En contraste, el viernes la Secretaría de Hacienda y Crédito Público descartó canalizar más subsidios al campo, pese a que el Banco Interamericano de Desarrollo recomienda la medida ante la actual coyuntura.
En entrevistas por separado, líderes de la Unión General Obrera, Campesina y Popular (UGOCP), de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), de la Confederación Nacional Campesina (CNC) y de la Central Campesina Cardenista (CCC), coincidieron en que no son los subsidios directos a los consumidores los que ayudarán a remediar el problema, sino el incentivo a los productores y advirtieron que si el gobierno no maneja adecuadamente la situación podría crear “brotes de inconformidad y estallidos sociales” porque esta situación afectará a la mayor parte de la población, sobre todo a los pobres, quienes destinan hasta 70 por ciento de su ingreso a la compra de alimentos.
Max Correa, dirigente de la CCC, indicó que esta crisis “amenaza con romper la disciplina macroeconómica y disparar la inflación, lo que puede derivar en un grave problema social que pueda poner en jaque al gobierno federal.”
Apuntó que en actual ciclo productivo primavera-verano uno de los grandes problemas que enfrentan los productores es el “alza exorbitante de los precios de los fertilizantes que se han disparado entre 150 y 200 por ciento”, por lo cual dejó en claro que “aparentemente hay precios altos para que el productor venda caras sus cosechas, pero ello no reditúa beneficios porque los precios de los insumos son prohibitivos”. En este contexto hizo una llamado al gobierno para poner un “hasta aquí” a los especuladores e intermediarios que se aprovechan de la situación.
Álvaro López Ríos, líder de la UNTA, al igual que Margarito Montes Parra, secretario general de la UGOCP, insistieron en que es primordial reducir el subejercicio de la Sagarpa ante la crisis de los precios.
De acuerdo al dirigente, la “Sagarpa no ha ejercido un centavo porque aunque se firmaron ya los convenios con los estados, no se han suscrito los expedientes técnicos con los cuales se empieza a ejercer el gasto”.
De acuerdo a Montes Parra el subejercicio de esa dependencia es de alrededor de 75 por ciento.
López Ríos comentó que la coyuntura actual es la “oportunidad para que el gobierno demuestre que no es inepto y que atenderá la seguridad y soberanía alimentaria” y expuso que lo que se requiere es poner fin a la política de apostar a las importaciones y canalizar recursos para fomentar la producción.
Gerardo Sánchez de la CNC criticó que el gobierno no reaccione e incluso muestre indiferencia ante los problemas que ocurren en el agro y que son el resultado de haber impuesto “políticas equivocadas” en el campo.