■ Decenas de elementos del Ejército y de la AFI allanaron tres casas en Tulijá
Denuncian indígenas incursión militar en al menos tres regiones de Chiapas
■ Temen pobladores que se repitan abusos sexuales y resurjan grupos como Paz y Justicia
Tuxtla Gutiérrez, Chis., 24 de mayo. Durante esta semana, elementos del Ejército Mexicano incursionaron en al menos tres regiones de Chiapas, en la zona de la selva de Tulijá, en el municipio de Venustiano Carranza, de la región centro, y en diversos poblados del municipio de Tila, ubicado en el norte de la entidad.
Los pobladores expresaron temor de que se recrudezcan la militarización y las repercusiones que vivieron luego del conflicto armado de 1994.
El lunes, los habitantes de la comunidad San Jerónimo Tulijá, del municipio de Chilón, denunciaron la entrada de decenas de elementos del Ejército y de la Agencia Federal de Investigación (AFI).
En esa incursión participó un helicóptero militar, que allanó el caminó a 11 vehículos donde eran trasladados policías y militares, quienes catearon tres domicilios.
Tres días después, en las comunidad Guadalupe La Cuchilla, 28 de Junio, San José y otras nueve, del municipio Venustiano Carranza, un convoy militar realizó incursiones; en dos de ellas instalaron retenes.
José Manuel Hernández Hernández, dirigente de la Organización Campesina Emiliano Zapata (OCEZ), a la que pertenecen los poblados mencionados, explicó que el patrullaje ha sido permanente desde hace varios años, pero se intensificó este jueves, cuando soldados irrumpieron en las comunidades para intimidar a los lugareños.
El viernes, por medio del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Cassa, indígenas de la etnia chol denunciaron la incursión militar en los poblados Cruz Palenque, Usipá, Retorno Miguel Alemán, Jolacó y Nuevo Limar, del municipio de Tila.
Aunque dijeron desconocer la razón del operativo, explicaron que los elementos del Ejército tomaron posiciones de puntos que habían abandonado hace pocos años, donde estuvieron instalados luego de 1994, cuando participaron con el grupo paramilitar Paz y Justicia, originario de este lugar.
Los habitantes de las tres regiones donde se registraron las incursiones manifestaron temor de que otra vez se militarice el estado, debido a que los soldados reiteradamente han violado sus derechos humanos, abusaron sexualmente de las mujeres y fomentaron la propagación de grupos paramilitares.
El Centro Fray Bartolomé exigió al gobierno federal el retiro inmediato del Ejército de dichas comunidades, tanto por el riesgo de confrontación como por la ilegalidad de su presencia en la zona.