■ La iniciativa de Calderón amenaza la seguridad nacional: Jalife
El oficialismo busca convertir a México en “esquirol del petróleo”, dice el FAP
Monterrey, NL, 22 de mayo. La propuesta de reforma energética de Felipe Calderón atenta contra la seguridad nacional y coloca a México en el papel de un “esquirol” que sobrexplota sus reservas con el fin de bajar los precios internacionales del petróleo y satisfacer la voracidad de Estados Unidos, que fracasó en su intento de abaratar el crudo con la invasión a Irak, señalaron ponentes de un foro de información y debate en la materia.
Porfirio Muñoz Ledo, coordinador del Frente Amplio Progresista (FAP), comentó que durante los debates organizados por el Congreso quienes rechazan la propuesta de Felipe Calderón están metiendo “una goliza monumental” a los impulsores del proyecto, que llevan a desconocedores del tema y, en el mejor de los casos, presentan “expertos de encargo”.
Agregó que, según el boletín más reciente de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), difundido ayer, en el mercado mundial de crudo empieza a haber falta muy seria de suministro, porque ningún país tiene excedentes.
Agregó que Estados Unidos ejerce presión “sobre una pobre, ilegítima y corrupta clase dirigente mexicana para que se convierta en el esquirol del petróleo”.
A su vez, Javier Jiménez Espriú, ex presidente de la Academia Mexicana de Ingeniería y ex subdirector comercial de Petróleos Mexicanos (Pemex), afirmó que las propuestas de reforma son insuficientes en lo económico, muy discutibles desde el punto de vista técnico, carentes de contenido histórico y ayunas de sensibilidad política.
Consideró que esa prisa por querer ir a buscar el “tesoro” en aguas profundas no es más que muestra de la ansiedad gubernamental por abrir Pemex a la inversión extranjera, aun cuando, si se aprovechan los ingresos extraordinarios por los altos precios del crudo, el país puede darse tiempo para comprar o desarrollar la tecnología necesaria para explorar por sí mismo, pues ya se ha obtenido petróleo en profundidades superiores a mil metros.
En tanto, Arturo Huerta, economista catedrático de la UNAM por 33 años, expresó que la prisa de Calderón para que se apruebe su reforma es por la urgencia de atraer capital extranjero, ya que la economía enfrenta problemas muy serios en el sector externo.
Mencionó que el déficit de comercio exterior el año pasado fue de 8 mil 400 millones de dólares y este año estará arriba de 25 mil millones, pues las importaciones crecen más que las exportaciones por falta de venta a Estados Unidos de productos agrícolas y manufacturas, por la recesión que enfrenta ese país.
A su vez, el colaborador de La Jornada Alfredo Jalife afirmó que la reforma calderonista atenta contra la seguridad nacional y carece absolutamente de perspectiva geopolítica y, en caso de prosperar, “nos vamos a convertir en una franquicia texana o gallega”.
Agregó que Calderón no es un presidente con suerte, pero desde hace unos 60 años no había ocurrida que un Ejecutivo tuviera sólo 6 por ciento de aceptación, “dicho por un amanuense del gobierno, Sergio Sarmiento”, según publicó este día.
Por ello, asentó, “cómo puede un presidente con 6 por ciento de aprobación nacional ejercer una tiránica decisión del tamaño de la reforma energética”, además de que de entrada no tenía la legitimidad presidencial por la cuestionada elección que lo condujo al poder.