■ Se extiende la violencia a provincias de Mpumalang y ZwaZulu
Autoriza el presidente de Sudáfrica la intervención del ejército en Guateng
Johannesburgo, 21 mayo. El presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, autorizó hoy la intervención del ejército en la provincia de Guateng, donde están las ciudades de Pretoria y Johannesburgo, en refuerzo de la policía para combatir la violencia contra extranjeros, que hasta este miércoles cobró la vida de 42 personas, mientras que unas 16 mil han abandonado sus hogares.
Si bien los puntos conflictivos de Johannesburgo y su periferia estaban más tranquilos este miércoles, la policía informó que en los últimos días detuvo a por lo menos 400 personas.
Algunos sudafricanos ven a los casi 5 millones de inmigrantes indocumentados como intrusos que llegan a tomar sus trabajos, a obtener viviendas preferenciales y fuerzan los salarios a la baja, además de que cometen crímenes.
La violencia se extendió en las últimas horas a las provincias de Mpumalang y KwaZulu-Natal. En esta última, unos 150 sudafricanos atacaron un bar propiedad de nigerianos ubicado en la localidad de Durban, y dejaron un saldo de seis personas heridas.
Un portavoz de la policía de Sudáfrica señaló que la muchedumbre, armada con botellas de vidrio rotas y piedras, les exigía que abandonaran la zona.
Para el ministro Bheki Cele, responsable de la seguridad en KwaZulu-Natal, el ataque tuvo tintes políticos y acusó al partido opositor Inkatha Freedom Party (IFP) de instigar a los residentes de una vivienda de Umbilo.
El IFP rechazó las acusaciones, que calificó de “irresponsables”, y expresó su condena a la ola de violencia étnica. El ministro de la Presidencia de Pretoria, Essop Pahad, esbozó la hipótesis de que grupos blancos de extrema derecha sean responsables de la crisis.
“Tenemos que entender que la xenofobia fue usada históricamente por grupos populistas de derecha para movilizar al lumpenproletariado contra grupos minoritarios en la sociedad”, dijo.
En este contexto, crece la preocupación de las autoridades por las consecuencias de violencia para el turismo y el Mundial de Fútbol de 2010 en Sudáfrica.
Danny Jordaan, jefe del Comité Organizador del Mundial, advirtió que la violencia contradice la idea de un evento deportivo que estreche las relaciones entre los pueblos del mundo y los ideales de una Sudáfrica democrática.
Medios oficiales de Mozambique informaron que más de 3 mil compatriotas han huido de Sudáfrica debido a la violencia étnica.