■ El dato, en informes del INEGI, señala el titular de la Secretaría de Trabajo capitalina
Abandona el DF el primer sitio en desempleo; lo desbanca Edomex
■ Pide Benito Mirón no echar campanas al vuelo: “hay en la ciudad 213 mil personas sin empleo fijo”
■ Especialistas instan en foro a reforzar con políticas activas el seguro de apoyo a cesantes
Ampliar la imagen Mauricio Hernández Navarro, director del Programa del Desempleo, y Benito Mirón Lince, secretario de Trabajo y Fomento al Empleo del Distrito Federal, durante su participación en el foro Seguro de desempleo, balance y perspectivas, en el Club de Periodistas Foto: María Luisa Severiano
El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) informó que la ciudad de México redujo 0.5 por ciento su tasa de desempleo abierto y se ubicó en 5.3 puntos porcentuales en el primer trimestre del año, con lo cual “nos quita el tan cacareado primer lugar”, que hoy ocupa el estado de México, con 5.8, seguido de Aguascalientes y Coahuila, con 5.6, y Tlaxcala, con 5.4 puntos.
Durante el foro El seguro de desempleo, balance y perspectivas, el secretario de Trabajo y Fomento al Empleo, Benito Mirón Lince, señaló que se tuvo un avance importante en la materia, pero “no podemos echar las campanas al vuelo” porque todavía en la ciudad 213 mil personas carecen de empleo fijo y, por tanto, de un ingreso que permita sacar adelante a su familia, lo que ha llevado a este gobierno a crear el seguro de desempleo.
Indicó que a siete meses de su implementación se ha beneficiado a 27 mil personas, con un apoyo mensual de mil 500 pesos y un monto total de 130 millones de pesos, equivalente a la entrega de 72 mil 724 salarios mínimos, “sin tomar recursos de ninguna otra área de gobierno o afectando a algún programa social. Al contrario, acompañándola de una política activa, como es la capacitación de la gente o su incorporación a cooperativas.
El programa ¡Qué buena puntada!, que se inició el año pasado con 17 talleres, donde 800 personas, sobre todo mujeres, confeccionaron parte de los uniformes que se distribuyeron en las escuelas de educación básica, se reforzará con la participación de 50 cooperativas que darán empleo directo a 2 mil personas, para manufacturar un millón de uniformes. Y “batallamos” para la construcción de dos grandes cooperativas que generen mil 200 empleos, sin la “erogación de un solo peso del gobierno capitalino y, sí la posibilidad de crear nuevas unidades productivas y reducir el desempleo.
Las especialistas de Desarrollo del Empleo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Regina Galhardi, y del Centro de Investigaciones Económicas Administrativas y Sociales, Georgina Isunza, coincidieron en señalar que ante un panorama adverso en el rubro laboral nacional es importante reforzar ese seguro de desempleo con políticas acordes con las tasas existentes e implementar una coordinación metropolitana en la materia.
Galhardi destacó que el año pasado el desempleo afectó a 200 millones de personas en el mundo, mientras en América Latina y el Caribe se concentraron 7.6 millones y 10 por ciento de ellos está en México. Hoy sólo seis países latinoamericanos cuentan con este seguro: Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Uruguay y Venezuela, debido a que las indemnizaciones son la única medida de protección ante el desempleo en la mayoría de las naciones.
Por ello la necesidad de que todo seguro se amolde al nivel de desarrollo económico del país y a las características del mercado de trabajo, para quedar estrechamente coordinado con la política laboral y contar con su respaldo, dijo.
Tal situación, argumentó Isunza, no es posible mientras el gobierno federal evada su responsabilidad con la figura de la migración, autoempleo, creación de microempresas o soluciones individuales, lo cual revela la ausencia de políticas activas de empleo a nivel nacional y metropolitano. En este último caso se tiene una población económicamente activa de 5 millones 376 mil 75, pues la edad laboral se prolonga más allá de los 65 años, por el sistema de pensiones que prevalece.
Sin embargo, 57.5 por ciento de la población ocupada no tiene derecho a servicios de salud y se mantiene una tasa promedio de desocupación de 5.6, una tasa de subocupación de 7.7, de condiciones críticas 10 por ciento y un nivel de ocupación informal de casi tres personas por cada 10, lo cual es alarmante cuando se tiene el promedio más alto de estudios de 10.3 años contra nueve a nivel nacional.
Por ello es urgente fortalecer el vínculo de las prestaciones por desempleo con las características, naturaleza y articulación del mercado de trabajo. “Y si se aprovecha el bono demográfico, se estará en mejores condiciones de financiamiento y sustentabilidad social”, señaló.