■ Ya se decidió realizar el proyecto pese a daños ambientales: ONG
Ignora el gobierno a críticos de la autopista Lerma-Tres Marías
Ampliar la imagen Ecologistas de las organizaciones no gubernamentales Greenpeace y Guardianes de los Árboles se manifestaron en el parque ecológico Chapultepec, en Cuernavaca, Morelos, contra la construcción de la autopista Lerma-Tres Marías Foto: Jorge García Madrigal / La Jornada Morelos
Cuernavaca, Mor., 20 de mayo. Ecologistas miembros de las organizaciones no gubernamentales (ONG) Greenpeace y Guardianes de los Árboles lamentaron que, a unos días de que finalice la prórroga al plazo fijado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para aprobar o rechazar la autopista Lerma-Tres Marías, el titular de la dependencia, Juan Elvira Quesada, “no haya mostrado voluntad política para reunirse con grupos ambientalistas, comunidades y académicos, que han alertado sobre los daños ambientales irreversibles que sufriría el Gran Bosque de Agua en caso de aprobarse este proyecto”.
Este martes, simpatizantes de Greenpeace y Guardianes de los Árboles se manifestaron en el Parque Ecológico Chapultepec, donde Elvira Quesada acudiría a signar convenios ambientales con el gobierno de Morelos, pero no se presentó, argumentando problemas de salud.
Durante el acto, al cual asistieron el gobernador Marco Adame Castillo, así como funcionarios de la Semarnat, de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, (Profepa) y de las comisiones de Áreas Naturales Protegidas y Nacional Forestal, los activistas consideraron que los desaires de Elvira Quesada “nos dan claras señales de que la decisión está tomada y la autopista será aprobada en junio”.
Más tarde, ante la delegación de la Semarnat en Morelos, Héctor Magallón, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace, y Flora Guerrero, de Guardianes de los Árboles, exigieron a la dependencia cancelar “definitivamente este proyecto carretero, que pone en riesgo el abasto de agua para 35 millones de personas que viven en el Distrito Federal y los estados de México y Morelos, y que sólo beneficia a particulares”.
“Nos preocupa que las autoridades no escuchen a los ciudadanos ni a investigadores que conocen a profundidad los ecosistemas del Gran Bosque de Agua. Son ellos quienes advierten sobre el grave riesgo que corren estos bosques de construirse la autopista Lerma-Tres Marías”, señaló Larisa de Orbe, integrante de la ONG Acción Ecológica.
Desde el 4 de marzo, durante una manifestación ante las oficinas de la Semarnat en la ciudad de México, representantes de comuneros de los municipios mexiquenses de Xalatlaco, Texcalyacac y San Miguel Ameyalco, así como comuneros de Huitzilac, Morelos, y las ONG Greenpeace, Centro Mexicano de Derecho Ambiental y Guardianes de los Árboles, solicitaron formalmente una reunión con Elvira Quesada, pero a la fecha no ha habido respuesta.
Según investigadores de las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM), Autónoma Metropolitana (UAM) y Autónoma del Estado de México (UAEM), este proyecto pone en riesgo el corredor Ajusco-Chichinautzin-Zempoala y las Ciénagas del Lerma, región que abastece de agua a 35 millones de personas. Esos ecosistemas boscosos son estratégicos para garantizar el abastecimiento de agua y los servicios ambientales en la región.
El pasado 19 de marzo, después de varias protestas, la Semarnat extendió el plazo para dar su fallo sobre la obra, a fin de que los gobiernos mexiquense y de Morelos, “promoventes del proyecto carretero, incorporen más elementos para justificar su construcción”.
Durante los 60 días hábiles de prórroga, que vencen el 2 de julio, las comunidades y los grupos ambientalistas realizaron diversas actividades públicas para solicitar a la dependencia que no apruebe el proyecto carretero y, junto con académicos de la UNAM y la UAM-Xochimilco, dieron argumentos técnicos que demuestran que construir la autopista invadirá el Gran Bosque de Agua, lo que afectará el abasto de agua del Distrito Federal, Morelos y el estado de México.