■ La embajada de Washington en La Paz no ayuda: cancillería boliviana
Advierte Evo Morales que su paciencia se agota ante las persistentes agresiones estadunidenses
La Paz, 20 de mayo. Las relaciones con Estados Unidos “están tensionadas” y hay algunas acciones de su embajada “que no ayudan a una relación constructiva” entre ambos países, comentó el canciller boliviano David Choquehuanca, respecto de las declaraciones del presidente Evo Morales, quien anoche afirmó que “su paciencia se agota” ante las “persistentes agresiones que sufre su administración de parte del gobierno estadunidense”.
Morales advirtió que la “paciencia sobre las agresiones externas tiene un límite y puede terminarse, frente a las agresiones externas a su gestión de gobierno, en directa alusión al embajador de Estados Unidos en Bolivia, Philip Goldberg.
Durante un discurso en un hospital metodista, el mandatario indicó que “sigue recibiendo información de los organismos de seguridad del Estado sobre una serie de acciones destinadas a desestabilizar su administración”, de acuerdo con la estatal Agencia Boliviana de Información.
Ante la eventualidad de una expulsión de la Agencia estadunidense para la Ayuda Exterior, Choquehuanca dijo que “puede ser”, aunque espera conversar sobre el asunto con el presidente Morales y todo dependerá de “en relación a qué se acaba la paciencia”.
En otro orden, el opositor y derechista Poder Democrático y Social (Podemos) decidió participar en el diálogo al que convocó para mañana a todas las fuerzas políticas en el Parlamento el vicepresidente de la república y presidente del Congreso, Álvaro García Linera.
No obstante, la condicionó a la devolución del impuesto directo a los hidrocarburos a las regiones, la invitación a la iglesia Católica como mediadora y la redacción de una nueva constitución con base en los informes de mayoría y minoría de la Asamblea Constituyente y no del texto aprobado en Oruro.
Choquehuanca también destacó que las puertas del diálogo al que el presidente Morales convocó a los nueve prefectos (gobernadores) departamentales para superar la crisis política en el país, están abiertas para la Iglesia católica.