Discusión de los años 70
Desde mediados de los años 70 la discusión sobre la evaluación de la enseñanza propició su inclusión como tema prioritario en la agenda educativa. Sin embargo, fue en la década de los 90 del siglo pasado cuando países de América Latina y el Caribe se sumaron al uso de pruebas estandarizadas para construir indicadores.
En el caso de México fue a mediados de dicha década cuando por vez primera se participó en una prueba mundial, al sumarse al estudio elaborado por la Asociación Internacional para Evaluar el Rendimiento Escolar, para conocer la calidad de la enseñanza básica en asignaturas como matemáticas y ciencias, denominado TIMSS (por sus siglas en inglés), cuyos resultados, que nos ubicaban en los últimos lugares, no se hicieron públicos.
Más tarde, en 1998, se aplicaron por primera ocasión las Pruebas de Estándares Nacionales para evaluar la comprensión de lectura y la habilidad matemática de estudiantes de sexto de primaria y tercero de secundaria. En 2000 el país se sumó al Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés).
Con la creación en 2002 del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación se inició una etapa en la aplicación de pruebas estandarizadas con los Exámenes para la Calidad y el Logro Académico, que comenzó en 2005 para alumnos de sexto de primaria y tercero de secundaria, utilizando muestras representativas. Al año siguiente se aplicó la Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares, con una muestra censal de alumnos de tercero y sexto de primaria, así como de tercero de secundaria.