■ La ola de violencia deja 24 personas asesinadas en seis entidades del país
Ejecutan a un jefe policiaco en Parral y a dos agentes ministeriales en Guasave
■ En Ecatepec localizan un cadáver envuelto en una cobija con un narcomensaje
Un jefe policiaco de Chihuahua y dos policías ministeriales de Sinaloa son tres de las 24 personas que en las horas recientes fueron asesinadas por presuntos criminales en esas entidades, así como en Baja California, estado de México, Guerrero y Durango. En esta última, además, se reportó la desaparición de dos agentes de la Dirección Estatal de Investigación.
José Martínez, jefe de servicios periciales de la procuraduría de Chihuahua en la zona sur, fue ultimado por un comando que lo atacó a balazos afuera de su domicilio, en la ciudad de Parral.
En Ciudad Juárez y zonas aledañas se reportó el asesinato de siete personas, dos de ellas identificadas como Octavio Núñez y Omar Aguilar Gallardo.
Mientras el número de ejecuciones aumenta en diferentes partes de la entidad, el gobernador José Reyes Baeza Terrazas y la procuradora Patricia González rechazaron que la Operación Conjunta Chihuahua haya fracasado en contener los ajusticiamientos del crimen organizado.
En el municipio de Guasave, Sinaloa, los policías ministeriales José Luis Beltrán Lafarga y Jesús Antonio López García fueron ultimados por un grupo de gatilleros que les disparó desde un vehículo en movimiento cuando los uniformados circulaban por la Ampliación Villa Campestre.
En la comunidad de Tacuichamona, en la zona rural de la capital Culiacán, fueron localizados los cuerpos de dos personas, aún no identificadas, con disparos de arma de fuego.
En tanto, una mujer de origen estadunidense y tres varones fueron ejecutados de tiros en la cabeza en un paraje solitario del Bulevar 2000, vialidad que una a Tijuana con Playas de Rosarito, en Baja California.
Las víctimas fueron identificadas como Libby Gianna Craig, quien tiene reporte de desaparición en Otay Mesa, California, desde el 16 de mayo; Juan José Olivares Cervantes; Antonio Virgen Castañeda, y Francisco Javier García Zavala, quienes en un principio se sospechó que también eran estadunidenses.
Horas antes, en un vehículo abandonado en la colonia Mina, del ejido Primo Tapia, de Playas de Rosarito, fue hallado el cadáver semicalcinado de un hombre con diversas heridas de bala.
Las autoridades policiacas de Guerrero informaron que en puntos distintos de la entidad, cinco personas fueron ultimadas; tres de ellas fueron identificadas como Andrés Armendáriz Peña, Ismael Loeza Urrutia y Antonio Nava Norberto. En otra acción dos personas fueron levantadas, se dijo que fueron identificadas como Luis Aragón Rosales y Margarita Hernández Morales.
En el municipio de Ecatepec, estado de México, fue descubierto el cuerpo de un hombre encobijado y con el tiro de gracia. Junto a la víctima fue dejado el mensaje: “esto es para los que no creen, hijos de su puta madre. Atentamente La Familia”. Al sur de la entidad, en el municipio de Luvianos, un comando de 12 hombres encapuchados levantó a Ranferi González Rodríguez. De acuerdo con autoridades locales, la víctima es hermano de uno de sujeto que opera para la delincuencia organizada.
Dos muertos en balacera en Durango
Un enfrentamiento a balazos entre bandas delictivas ocurrido en la cabecera del municipio de Poanas, Durango, dejó dos personas muertas y una herida, además de que una camioneta en la que se trasladaba uno de los grupos de presuntos narcotraficantes se impactó con la escuela secundaria Niños Héroes.
Una de las víctimas fue identificada como el presunto delincuente Norberto Carrera, la otra fue un sexagenario que en la persecución entre los bandoleros fue arrollado por uno de los vehículos. Antonio, hermano de Norberto, resultó herido.
En el municipio de Guadalupe Victoria, Jorge Serrano Acevedo y Jesús Cavada López, agentes de la Dirección Estatal de Investigación, desaparecieron. Sólo se encontró su camioneta con impactos de bala.
Con información de Javier Valdez, Antonio Heras, Miroslava Breach, Rubén Villalpando, Javier Salinas, Israel Dávila, Sergio Ocampo, y la corresponsalía en Durango