■ El ex jefe del GDF señaló el domingo que el chuchinero causó la crisis en el sol azteca

Encinas reprocha a Ortega utilizar en su contra un “lenguaje soez e insolente”

Alma E. Muñoz

Las “descalificaciones” que Alejandro Encinas profirió anteayer contra Jesús Ortega derivaron en un enfrentamiento epistolar entre ambos candidatos a la presidencia nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y provocaron un impasse en la mesa de diálogo de sus representantes en busca de acuerdos para distender la crisis interna.

Horas después de que Izquierda Unida –postulante de Encinas– instalará una “expo fraude” para acusar a Ortega y los grupos que lo apoyan de incluir 150 mil votos “irregulares” en la contienda del 16 de marzo, este último envió una carta a su oponente cuestionándole que respondiera con insultos, injurias, ofensas y descalificaciones a su propuesta de negociación.

A lo anterior, el ex jefe de Gobierno capitalino respondió en otra misiva estar dispuesto a defender la voluntad expresada por millones de militantes en la jornada electoral, “más allá de agravios personales y estados de ánimo”.

Ortega dijo a Encinas: “podría contestar con la misma moneda y utilizar el mismo lenguaje soez e insolente para llenarte de insultos y descalificaciones”, en referencia a las definiciones que el segundo utilizó en su asamblea informativa para afirmar que hubo un “chuchinero” en la elección, y se negó a entrar al “regateo, reparto de los huesos o del botín del partido” para una solución. “Pero no lo haré porque con eso contribuiría precisamente a lo que combato”, agregó.

El candidato de Nueva Izquierda agregó que tras su planteamiento de promover cambios en el PRD, primero por medio de una carta y después con una llamada telefónica, “se diluyeron las pocas expectativas que guardaba para que hubiera una respuesta respetuosa y responsable”.

Modelo agotado

Ante esos reproches, Encinas insistió en su queja que a lo largo del proceso hubo “prácticas que violentan nuestras formas de discusión y los medios para respetar el voto libre de los militantes”

Sostuvo que el encono provocado por la falta de una cultura de debate y construcción de entendimientos dentro del perredismo acarreó “agravios de los que huelga hacer un recuento”.

Expuso que para encontrar una salida es necesario entender que el conflicto interno deriva del agotamiento del modelo de partido, y que más allá de las aspiraciones personales, la solución debe centrarse en asumir que el sol azteca no son sus dirigentes, sus corrientes o los intereses de los grupos o del aparato partidario.

Al mediodía, Izquierda Unida instaló afuera del edificio donde se ubica la Comisión Nacional de Garantías tres mamparas donde se exhiben actas de Veracruz, Chiapas, Oaxaca y estado de México, donde, dijo, operaron partidarios de Ortega para adjudicarle “votos fraudulentos”.

En el arranque de una serie de sesiones que se realizarán durante la semana, Juan Manuel Ávila, secretario de alianzas electorales, explicó que en el caso de Chiapas existen dos actas de cómputo, una del 12 de abril y otra del 22. En la primera, afirmó, Encinas obtuvo 15 mil 762 votos y Ortega 28 mil 261; y en la segunda, 19 mil 705 contra 80 mil 590. Señaló que esta última cifra creció por la inclusión de casillas no instaladas y zapato o por la alteración de documentos.

Más tarde, Jesús Zambrano, representante de Ortega, dio a conocer que entró en un impasse la mesa negociación instalada con los del equipo del ex jefe de Gobierno capitalino, Jesús Martín del Campo y Ricardo Ruiz.

Ese punto muerto, abundó, se debe a la molestia que generó en Nueva Izquierda el discurso de Alejandro Encinas.

Manifestó que esa corriente prefiere esperar a que se calmen los estados de ánimo antes de continuar, aunque manifestó que hoy el equipo de Jesús Ortega sostendrá un encuentro para valorar la situación.

Ricardo Ruiz confirmó el enojo de Zambrano y el senador Graco Ramírez, expresado en una reunión que ayer llevaron a cabo, pero manifestó que hay disposición de buscar los mecanismos necesarios para encontrar soluciones, por lo menos en torno al Comité Ejecutivo Nacional –que hoy, se espera, sesionará en pleno– y el nombramiento del secretario de finanzas.

Al respecto, Dolores Padierna sostuvo que Izquierda Unida propondrá a Jesús Martín del Campo para que ocupe la cartera; no obstante, Rafael Hernández Estrada indicó que Nueva Izquierda mantendrá su propuesta de que sea Ifigenia Martínez.

Por la noche, tras asistir a la reunión que todos los lunes encabeza Andrés Manuel López Obrador en sus oficinas, el coordinador de los diputados perredistas, Javier González Garza, aseguró que “es una vergüenza” el proceso electoral interno, y advirtió: “da la impresión de que nadie quiere dar su brazo a torcer; no veo un ambiente para que se pongan de acuerdo”.