A quién le interesa Bolivia Al decidir la región de Santa Cruz fraccionar el territorio de Bolivia, genera un ambiente de inestabilidad política en Latinoamérica, además de permitir la intervención directa del imperialismo yanqui en los predios sureños. No es de extrañar que la mano del imperio esté detrás de la secesión que se busca. La nación afronta una terrible crisis; al aprobarse los estatutos planteados por la oposición, se fomenta la violencia y quizás una guerra civil. Los ganaderos y empresarios que impulsan la división están conscientes del daño que harán a los bolivianos. Sus declaraciones no dejan lugar a dudas, la intención de los secesionistas es controlar los recursos minerales que permanecen en el subsuelo y así acumular más capital en detrimento de la población de indígenas, a quienes consideran sus vasallos. Al gobierno de Estados Unidos, la disgregación le facilitaría el acceso a materia prima, mano de obra barata, explotación de los indígenas así como la imposición de su hegemonía ideológica en la zona. Lo que muchos consideraban un globo de ensayo, está a punto de convertirse en realidad. Declararse en secesión implicaría para los filofascistas apoderarse de las riquezas que se encuentran en las regiones divididas. El odio demostrado contra los habitantes originarios es sólo una señal de las verdaderas intenciones de la oposición. A los oligarcas de Santa Cruz, Pando, Tarija y Beni jamás les interesó la suerte de los indígenas bolivianos; para ellos, son simples sujetos sin derecho a disentir ni decidir. América y el mundo están en la obligación moral de objetar la división de Bolivia. No podemos permitir que las oligarquías criollas y el gobierno estadunidense encabezado por George W. Bush hagan lo que les de la gana; que vivan metiéndose en los países desestabilizando los gobiernos legítimos. Detrás del “referéndum” ilegal que pretende acabar con Bolivia está latente la intencionalidad del poderoso del norte de quedarse con las riquezas gasíferas y minerales que pertenecen al pueblo boliviano. Hoy, Bolivia necesita del apoyo de todos; estamos obligados por honor a batallar junto a los indígenas y todos aquellos que se oponen a la separación. Bolivia no puede quedarse sola en estos momentos cruciales, debe contar con el auxilio de quienes amamos la libertad, la vida.
José Gregorio González Márquez
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