■ La agrupación presentará hoy la cantata Carmina Burana en el Palacio de Bellas Artes
Convertir a la OSIPN en una de las grandes orquestas del país, reto de Lomónaco
■ El director titular del conjunto confía en que en 2009 se empezarán a notar los resultados
Ampliar la imagen El director Juan Carlos Lomónaco durante un ensayo con la Orquesta Sinfónica del IPN, en el auditorio Alejo Peralta del Centro Cultural Jaime Torres Bodet, en Zacatenco Foto: Cristina Rodríguez
Asumir la titularidad de la Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional (OSIPN), lo cual ocurrió a partir del pasado 1º de abril , representa “un privilegio y al mismo tiempo un desafío” para el director Juan Carlos Lomónaco.
Privilegio, explica, porque el nombramiento se derivó de un proceso de auscultación en el que los atrilistas lo eligieron por unanimidad de entre una terna, además de haber tenido que sortear un riguroso proceso de evaluación, como parte del Servicio Público de Carrera.
Y desafío, agrega, por el cometido que se ha fijado: “lograr que la OSIPN sea reconocida como la gran orquesta que es, lugar que en el medio musical mexicano se le ha escatimado”.
La llegada del director a la agrupación politécnica se da justo un año después de su salida de la Orquesta Sinfónica Carlos Chávez, a cuya titularidad renunció, después de seis años de servicio, debido a su desacuerdo con el proceso de reestructuración al que ésta fue sometida.
La OSIPN no era territorio desconocido para él, pues antes había actuado como director huésped. La define como “una las orquestas más importantes del país” y argumenta: “Tiene 43 años de existencia, más de siete discos grabados, muchas temporadas, mucha actividad dentro y fuera del IPN”.
Entrevistado a propósito de la actuación que el conjunto ofrecerá este lunes 19 de mayo en el Palacio de Bellas Artes, con la cantata Carmina Burana, Juan Carlos Lomónaco explica que la sinfónica politécnica es regida pos dos principios.
“El interno: es la orquesta, con todo orgullo, del IPN, es decir, de los jóvenes, los estudiantes, los maestros y los trabajadores; y el externo, al tener la responsabilidad de ser la más importante y mejor orquesta del norte de la ciudad de México.”
–¿Qué encomienda le hicieron las autoridades?
–Por un lado, tener presencia fuerte en las instalaciones del Politécnico, no sólo en el centro cultural, sino en cuantas instalaciones podamos, entre ellas existen planes para hacer la prueba en el planetario.
“Pero también que logremos presencia, y haya reconocimiento, fuera de la institución, que es en lo que vamos a esforzarnos. Como parte de ese cometido, tendremos esta presentación en Bellas Artes.
“Entre los proyectos importantes para este año está grabar un disco de música mexicana, y destaca también que iremos al Teatro de la Ciudad para hacer ópera, como parte de una fórmula que ya dio exitosos resultados cuando yo dirigía la Carlos Chávez: trabajar con la Compañía Ópera de México. Ya nos confirmaron funciones el 13 y 16 de noviembre.
“El gran reto es cambiar ese concepto de que la OSIPN carece del perfil para ser una de las grandes orquestas del país. Sí lo tiene, ha crecido mucho en años recientes, y sin duda cuenta ahora con los elementos para consolidarse. Vamos a luchar fuerte para lograrlo.”
–¿Cuál es su plan de trabajo?, ¿qué quiere hacer de la orquesta?
–Que sea una de las más importantes del país. Si no tuviera fe en ella, no hubiera aceptado el cargo.
“¿Qué debe entenderse por una gran orquesta? Pues no nada más una agrupación que cuente con buenos músicos, que es indispensable, sino que en torno de ella se sumen aspectos tan importantes como una gran sede, una correcta difusión, una buena programación y público cautivo.
“La Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México es ejemplo de ello, un gran referente. Tengo gran fe en que podamos conseguir ese objetivo aquí en el Poli también. Tenemos las condiciones, sólo debemos trabajar más.
“Otro de nuestros grandes desafíos es completar la orquesta. Actualmente la integran 76 atrilistas y sí, con ellos se puede tocar mucho repertorio, pero constantemente hay que invitar a extras.”
Lomónaco considera que lograr su cometido no requiere de mucho tiempo. Está convencido de que en el transcurso de este 2008 se sentarán las bases para la consolidación y el año siguiente se comenzarán a notar los resultados.
El tiempo es un factor primordial para el músico, pues está consciente de que en 2009 habrá cambio en la dirección general del Politécnico y ello podría significar su salida de la institución.
Entre los lastres que ha detectado se encuentra la lentitud en los trámites administrativos, la cual podría impedir la contratación de directores y solistas de renombre al no obtenerse los recursos económicos de manera inmediata.
El optimismo del director es desbordante, en especial porque dice haber encontrado gran receptividad, disposición y deseos de superación en cada uno de los atrilistas, además de un ambiente de respeto y armonía:
“A diferencia de lo que podría pensar mucha gente, aquí los músicos sí quieren mejorar; se sienten orgullosos de esta orquesta y quieren situarla ante el medio musical y toda la sociedad como una de las mejores de México. Además saben que una orquesta dividida es una orquesta débil, de allí el respeto que se profesan.”
Crear una asociación civil o un patronato mediante el que se recauden fondos para la orquesta, recuperar los espacios en la televisión y la radio politécnicas e interactuar con propuestas de otros ámbitos escénicos, como la danza, el teatro y la ópera, son otros de los principales intereses del nuevo director de la OSIPN.