Balance de la Jornada
■ El experimentado La Volpe superó al novato Efraín Flores
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La Volpe llegó a Rayados y lo convirtió en el caballo negro de la liguilla
Foto: Reuters
Esta vez la maldición del superlíder tuvo explicaciones y nombres: un novato Efraín Flores fue presa fácil de un experimentado Ricardo La Volpe.
El Guadalajara quedó eliminado no por cuestiones inexplicables, sino por simples aspectos futboleros. Fue patético observar a unas Chivas que se cayeron totalmente ante la expulsión de Ramón Morales, lo que propició el lapidario 4-1 del primer duelo que definió la serie.
Flores se había ufanado de que cuando ambos técnicos coincidieron en el Atlas “prácticamente él casi no me vio dirigir y yo lo observé todos los días en los entrenamientos”. Pues, entonces, nada aprendió. Y el Bigotón le dio una dolorosa clase de estrategia e instaló al Monterrey, octavo calificado, en semifinales, donde enfrentará con muchas posibilidades de éxito a un Santos que decepcionó en su serie ante un limitado Necaxa.
La Volpe pareció dar excusas anticipadas al denunciar un espía dentro de su equipo. Pero luego se dedicó a lo que sabe –nadie le niega su capacidad analítica para diseñar partidos y estudiar al rival en turno– y ratificó lo que había mostrado en la campaña con sus Rayados, que antes de su llegada eran buenos futbolistas que deambulaban en la cancha.
El estratega primero convenció de jugar a un apático Humberto Suazo, hizo resurgir de sus cenizas al Cabrito Arellano y Jared Borgetti, y ahora la Pandilla es el caballo negro de la liguilla.
Chivas se fue con todo y sus grandes números de ser líder en 16 de 17 jornadas. Y también fue el adiós para dos de sus baluartes: Francisco Rodríguez y Omar Bravo. El Maza irá al PSV y el ex boxeador fue fichado por La Coruña, en el módico precio de un millón y medio de euros. El propio Bravo se despidió besando el césped del estadio Jalisco.
El que parece alejar sus fantasmas es el Cruz Azul. En apenas dos minutos remontó con el chispazo de Pablo Zeballos (anotación de taconcito) y el tiro del errático Miguel Sabah que provocó el autogol del portero Édgar Hernández. También se vio beneficiado en la cédula arbitral de Hugo León, quien reportó a 10 rijosos Jaguares, pero a nadie de los Cementeros, quienes prefirieron salir por piernas ante el recuerdo de las suspensiones contra el América.
Sergio Markarián prometió el título a los aficionados al finalizar el duelo ante Chiapas y sigue sumando adeptos. Pero si superó con problemas a unos mezquinos Jaguares, ahora deberá esforzarse al doble ante un San Luis que no agrada, pero sabe superar instancias.
Gladiadores, al igual que el Cruz Azul, avanzó debido a su mejor posición en la tabla y, además, por un error del silbante Roberto García. Otro árbitro, Mauricio Morales, también influyó en el resultado Santos-Necaxa, al marcar como penal una ligera carga del Gato Ortiz sobre Christian Benítez.
Los equipos mexicanos dieron pasos importantes para ocupar una semifinal de la Copa Libertadores. Un suertudo Atlas rescató el 2-2 de Buenos Aires y ahora podrá definir en el Jalisco, mientras Juan Antonio Luna sumó su tercer triunfo al hilo con un irreconocible América.
La visita a Brasil será complicada, pero las esperanzas surgen con un cuadro compacto comandado por un inspirado Salvador Cabañas. Ante este resurgimiento no hay más: Luna es un estratega genial, que merece la continuidad, o los americanistas jugaban a perder con Romano y Brailovsky.
Como se esperaba, Javier Aguirre rechazó al Tri. Será el primer técnico mexicano en dirigir en la Champions, pero deja a los directivos en la duda total: elegir a un estratega renombrado como Sven Goran-Eriksson, sin conocimiento del kafkiano futbol nacional, o conformarse con José Pekerman.
El León consiguió el título del torneo Clausura 2008. Tuvo un mal partido en el Nou Camp –iba perdiendo 0-2 y rescató el empate a dos–, pero logró imponerse 1-0 en Culiacán y ahora luchará con Indios de Ciudad Juárez por el ascenso al máximo circuito.
Y mientras los aficionados esmeraldas fueron vapuleados en las tribunas del estadio Banorte, con tardía intervención de la policía, Carlos Ahumada sigue peleando en tribunales al afirmar que el León es de su propiedad por incumplimiento de Alejandro Burillo, quien con el posible ascenso de los Panzas Verdes se quita un poco el trago amargo de sus decepcionantes Potros.