■ Omiten cifra de recursos que se destinarán al ambicioso proyecto
Alimentos y modernización, en plan educativo calderonista
■ La reforma, para que mexicanos compitan con jóvenes de otros países
El nuevo compromiso oficial por la educación incluye prácticamente todos los aspectos: impulsar la “alimentación infantil” y por esa vía estimular el aprovechamiento escolar, otorgar mayores ingresos al magisterio en función de sus logros pedagógicos y, de inmediato, modernizar –con un programa especial–, la infraestructura y equipamiento de las 30 mil escuelas “con menor rendimiento”.
También se busca mejorar el desempeño y aprovechamiento escolar, con una mayor “flexibilidad” de la jornada laboral al impulsar la escuela de tiempo completo en 5 mil 500 planteles; en 21 mil más se aplicará un modelo laboral de horario discontinuo, mientras que los planteles educativos que estarán abiertos sábado y domingo sumarán 33 mil en el país, todo como parte de las acciones para “cerrar brechas educativas entre centros escolares y regiones del país”.
Sin embargo, en la presentación de la Alianza por la Calidad de la Educación que hiciera ayer el presidente Felipe Calderón Hinojosa no se consignó el monto presupuestal para llevar adelante las acciones diseñadas por la Secretaría de Educación Pública (SEP) en acuerdo con la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), si bien prácticamente todas las medidas anunciadas implicarán una fuerte erogación pública.
Minutos antes de emprender su viaje a Perú, con motivo de la quinta cumbre de América Latina, el titular del Ejecutivo expuso los que llamó “cinco ejes rectores” de este nuevo programa educativo sexenal: espacios escolares “a la altura de la dignidad humana”; nuevos procesos de selección y capacitación de docentes vinculados a la entrega de “estímulos” para “los más esforzados y mejor preparados”; ampliar a 37 mil planteles el programa Escuela Segura (revisión de mochilas y examen toxicológico a los alumnos) como medida para “proteger” a educandos “de la violencia, de la delincuencia y de las drogas”.
Se ordenó también a la autoridad educativa, una “profunda” reforma de enfoques, asignaturas y contenidos en la enseñanza básica, fundamentándose para ello en “valores y desarrollo de competencia” pues de ese modo, segían Calderón Hinojosa, “nuestros jóvenes mexicanos podrán ganar los mejores empleos que hoy les están disputando naciones como Corea, India, China, Rumania, Polonia, Brasil y muchos, muchos otros”.
A partir de la convicción de que si “evaluamos a nuestros alumnos estamos evaluando en realidad al gobierno y a su desempeño”, la Alianza se compromete a dar “un renovado impulso a la prueba Enlace” y al Sistema Nacional de Evaluación de la Educación.
Aún más, Calderón Hinojosa dijo que a partir de septiembre funcionará un sistema nacional de información de escuelas con sus respectivos indicadores sobre personal docente, matrícula, desempeño educativo, mobiliario y equipo. La intención es que con tales datos, “los padres de familia puedan tomar las mejores decisiones educativas junto con sus hijos”.
Convencido de que el ser un país joven representa la “gran fortaleza” de México, Felipe Calderón instruyó a la SEP para que mensualmente reporte en el gabinete social, las acciones y avances de la Alianza por la Calidad Educativa.
Entre aquellos se fijaron prioridades como la actualización docente en las asignaturas que, dijo el mandatario, “definen el éxito o el fracaso de los jóvenes en el mundo: matemáticas, ciencias y dominio del idioma”, y lo que llamó fundamental para México, la formación “cívica y ética, al lado del conocimiento de la historia”.