■ Participan autoridades y pobladores de San Mateo Tlaltenango y San Lorenzo Acopilco

Frenarán la mancha urbana con corredor turístico en Cuajimalpa

■ El proyecto, en 2 mil hectáreas de suelo de conservación

■ Incluye 2 parques nacionales

Rocío González Alvarado

Con el propósito de evitar el crecimiento de la mancha urbana y ofrecer una alternativa de ingresos económicos para los poseedores de la tierra, ejidatarios y comuneros de San Mateo Tlaltenango y San Lorenzo Acopilco, en coordinación con el gobierno de la delegación Cuajimalpa, construirán el primer corredor ecoturístico de la ciudad de México en 2 mil hectáreas de suelo de conservación, en las que se encuentran ubicados el Desierto de los Leones y el Valle de las Monjas.

Con ello, a las actividades tradicionales en la zona comercial conocida como La Venta, en donde se pueden realizar paseos a caballo y en motoneta, se incorporarán otras como caminatas, campismo, bicicleta de montaña y deportes extremos como alpinismo, rappel y paracaidismo, cuyos proyectos estarán a cargo de los nativos del lugar, que comenzaron a recibir cursos de ecoturismo en Valle de Bravo.

De hecho, cuadrillas de trabajadores de la delegación realizan trabajos de rehabilitación en ocho kilómetros de senderos distribuidos en los bosques, donde ya se instalaron cinco cabañas de vigilancia en las partes altas, que ademas de brindar seguridad a los turistas servirán para evitar nuevos asentamientos irregulares y emitir señales de alerta ante la presencia de algún incendio.

Ricardo García Baltazar, director general de Recursos Naturales y Áreas Protegidas, explicó que con recursos del programa especial concurrente del medio ambiente destinados al mejoramiento del suelo de conservación se subsidiaron 15 proyectos que se vincularon al corredor turístico, entre los cuales se encuentran dos plantas de tratamiento de agua.

Una de ellas, recién inaugurada, se ubica en el punto conocido como Pachuquilla, área de reuniones en familia durante los fines de semana. La planta se alimenta de aguas residuales provenientes de asentamientos irregulares que anteriormente eran descargadas directamente al río del Santo Desierto.

El recorrido por los senderos comienza en Los Arcos, en la entrada del Valle de las Monjas, y continúa por un camino paralelo al río del Santo Desierto, hasta llegar al rancho Los Laureles, donde se cuenta con salones de usos múltiples, un venadario, temazcales, invernaderos, restaurantes y criaderos de truchas.

El punto intermedio es La Venta, a un costado de la autopista México-Toluca, que da acceso hacia el antiguo convento en el Desierto de los Leones. En este extremo, la zona de referencia es el paraje Cruz Blanca. Ahí la cabaña del general Lázaro Cárdenas es considerada monumento histórico.

Por ese mismo sendero, hasta llegar a Tres Caminos, la vista se recrea con los verdes paisajes de ejemplares de abetos y pinos, que se complementan con los espejos de agua, que forma la microcuenca de Los Leones, cuyas represas están siendo desazolvadas para aumentar la cosecha de precipitaciones pluviales.

García Baltazar señaló que con este proyecto no sólo se busca frenar el deterioro ambiental en la zona, y con ello la presencia de invasores, la tala ilegal de madera y el robo hormiga de tierra, sino también que las comunidades de San Mateo Tlaltenango y San Lorenzo Acopilco obtengan un beneficio por tutelar estas tierras.

La falta de iniciativas para el aprovechamiento del suelo de conservación que les permita sobrevivir ha orillado a sus poseedores a vender terrenos por doquier, refirió al señalar que con esta propuesta, inclusive, los conflictos entre comuneros y ejidatarios han terminado.