■ El tribunal en Lima debate casos contra diversas empresas
Sientan a 20 trasnacionales en banquillo de los acusados en cumbre alternativa
Lima, 13 de mayo. Con ritos indígenas, un homenaje a la coca y bailes autóctonos, organizaciones de izquierda instalaron este martes un tribunal simbólico para sentar en el banquillo de los acusados a 20 trasnacionales europeas, en el inicio de la cumbre alternativa a la cita de la Unión Europea-América Latina que se celebra en Lima.
Instalado en el auditorio de la Universidad Nacional de Ingeniería de Lima, el Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) comenzó a debatir los casos contra empresas que abarcan los sectores de la minería, petróleo, agua, farmacéutico, electricidad, agroalimentación, banca, siderurgia e infraestructura.
Claudia Coarí, secretaria de la Confederación Campesina de Perú, dice hablar por su comunidad en la región de Puno (sureste, fronterizo con Bolivia) pero también de los pueblos latinoamericanos: “Estamos cansados de tanta explotación”.
Aunque las acusadas no tienen defensores, el presidente del jurado del tribunal, el belga Francois Houtart, destacó la “independencia” y “credibilidad” del trabajo de los 12 jueces, entre quienes figuran economistas, politólogos y abogados.
“Tiene credibilidad por el rigor de su trabajo; el tribunal recibe quejas que van a examen. Las resoluciones que se emitan servirán de apoyo a los casos que se presenten ante las instancias judiciales”, destacó Houtart.
Pero el objetivo más claro e inmediato está en el golpe mediático. “Las multinacionales están muy atentas a su imagen frente a la opinión pública. Su gran publicidad es que respetan el ambiente y aquí se va a demostrar no es cierto”, añadió.
Entre las empresas acusadas figuran las petroleras Repsol, de España, y Shell, de Inglaterra y Holanda, las farmacéuticas Bayer y Roche, de Alemania, la española Unión Fenosa, la italo-española Telecom-Italia y la minera Monterrico Metals de Inglaterra.
Están acusadas de no respetar los derechos sindicales, destruir el ambiente, imponer el monocultivo en algunas regiones, provocar hambre y al aumento de la pobreza.
El acusador de Repsol, Pedro Ramiro, del Observatorio de Multinacionales de América Latina, afirma que la petrolera está “talando áreas protegidas y violentando los derechos de los indígenas y campesinos” en Argentina, Bolivia y Ecuador.
“Todo es simbólico, lo importante es que nos estamos uniendo para presentar nuestras quejas contra las trasnacionales que se hacen ricas a costa de los der