■ Se limitó a inaugurar un complejo científico en la UANL
Calderón decepciona a quienes esperaban novedades en materia de tecnología
Monterrey, NL., 13 de mayo. El presidente Felipe Calderón inauguró un centro científico en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), pero contra lo que esperaba la comunidad no hizo ningún anuncio en la materia y se centró en elogiar la “técnica”.
Minutos antes y cuando faltan tres meses para el inicio de los Juegos Olímpicos en Pekín, China, aseguró que México merece ser una potencia deportiva en el mundo y “lo vamos a lograr” si apoyamos al deporte nacional.
Por segunda vez en su mandato, Calderón visitó una universidad pública. A diferencia de su estancia en la Universidad de Tabasco, esta vez no tuvo contacto con el alumnado, sino con investigadores del Centro de Innovación, Investigación y Desarrollo en Ingeniería y Tecnología de la UANL.
A decir del gobernador José Natividad González Parás, es una de las instituciones científicas más avanzadas en América Latina, porque en sus 70 hectáreas aglutinará 30 centros de seis universidades públicas, entre ellas tres de Estados Unidos, y a 3 mil 500 científicos y tecnólogos. Tan sólo en equipo y en infraestructura se invirtieron 2 mil 500 millones de pesos.
Luego de que el rector José Antonio González Treviño le dio la bienvenida a esta universidad “orgullosamente pública”, el mandatario federal tuvo un lapsus al cambiarle la profesión al gobernador priísta Natividad González Parás, a quien llamó ingeniero, luego contador público, hasta que finalmente le dijo correctamente licenciado. Luego se justificó argumentando que “es lo malo de seguir textualmente las cosas, en fin”.
El presidente citó al filósofo José Ortega y Gasset para afirmar que la técnica es un instrumento que sublima la especie humana.
Durante el recorrido que hizo por los laboratorios del centro, algunos promotores de la institución decían que esperaban algún anuncio especial del presidente; inclusive uno comentó que al parecer no dejaron al director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Juan Carlos Romero Hicks, que “metiera mano” en el discurso.