■ Envían a otros 800 soldados a las entidades en que se ha recrudecido la violencia
El Chapo, “escondido” en la sierra entre Colima y Michoacán; capturan a su primo
Ampliar la imagen Alfonso Gutiérrez Loera, primo de El Chapo Foto: SSP
Elementos de las fuerzas federales y del Ejército Mexicano detuvieron en Culiacán, Sinaloa, a Alfonso Gutiérrez Loera, primo del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán Loera, líder del cártel de Sinaloa, durante una balacera registrada el fin de semana en esa ciudad.
La refriega entre el grupo de narcotraficantes y elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP) se dio cuando los efectivos policiacos realizaban un rondín por las calles de Culiacán como parte del Operativo Conjunto Sierra Madre, que se realiza en el norte del país con la meta específica de capturar a El Chapo Guzmán.
En menos de cuatro días el cártel de Sinaloa, y fundamentalmente Guzmán Loera, ha recibido dos golpes fuertes. El primero ocurrió el pasado jueves con la muerte de Édgar Guzmán Beltrán, uno de los hijos del legendario capo del narcotráfico, en un enfrentamiento similar con fuerzas federales, también en Culiacán. El segundo fue el pasado sábado con la captura de Alfonso.
En tanto, fuentes gubernamentales revelaron que los órganos de inteligencia del país ordenaron que cerca de 800 soldados de artillería del Ejército fueran desplazados este fin de semana por las principales carreteras del país a Sinaloa, Chihuahua, Tamaulipas y Michoacán para reforzar los operativos de combate al crimen organizado.
Uno de los objetivos sobre los que está centrada la estrategia en Sinaloa, Michoacán y otras entidades es la búsqueda, localización y captura de El Chapo.
Según reportes de inteligencia del país, Joaquín Guzmán Loera se encuentra escondido, utilizando una identidad secreta, en alguna casa ubicada en una zona serrana y de difícil acceso para policías y militares entre los estados de Michoacán y Colima.
Las declaraciones de diversos miembros del cártel de Sinaloa que han sido detenidos en las dos semanas recientes han arrojado indicios de que desde hace por lo menos un mes El Chapo no se ha movido del lugar en que se encuentra oculto.
En cuanto a los golpes al cártel de Sinaloa, el pasado sábado, durante una balacera en Culiacán, Alfonso Gutiérrez Loera fue detenido junto a tres hombres y dos mujeres menores de edad en la calle Alberto Román, número 3679, colonia Adolfo Ruiz Cortines, después de un enfrentamiento en el que resultó lesionado el primo de El Chapo.
Luego de la captura, los efectivos policiacos y militares aseguraron en el inmueble un arsenal compuesto de un lanzagranadas, un fusil marca Barret calibre 50 milímetros, uno calibre 308, otro 223, y 12 calibre 7.62, conocido como cuerno de chivo. También fueron decomisadas tres granadas, 102 cargadores y 3 mil 543 cartuchos.
Además de Gutiérrez Loera fueron capturados Pedro Guadalupe Gutiérrez Reyna –quien también resultó lesionado–, Edwin García López, Alfredo López Morales y las menores Elizabeth y Yessica, de 16 y 17 años, respectivamente.
Desde ayer los detenidos rinden su declaración ministerial ante la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada de la Procuraduría General de la República, en la ciudad de México, adonde fueron trasladados en un avión de la PFP. La versión de la SSP no reporta policías lesionados.
El próximo miércoles vence el plazo para que el Ministerio Público Federal determine la situación jurídica del primo de El Chapo y los otros detenidos, aunque es muy probable que sean arraigados para que continúen las investigaciones que lleven principalmente a la captura de Guzmán Loera.
Por otra parte, en el caso de Alejandro Ramírez Báez, presunto asesino del coordinador de Seguridad Regional de la PFP, Édgar Eusebio Millán Gómez, será arraigado por 90 días una vez que se recupere de los “malestares físicos” que le ocasionaron los oficiales que lo detuvieron.
De acuerdo con las fuentes gubernamentales, entre las declaraciones que ha podido hacer este sujeto ante autoridades federales destaca el hecho de que fue contratado por un sujeto que presuntamente trabaja para los hermanos Beltrán Leyva, operadores de El Chapo Guzmán, y que le pagaron 50 mil pesos por la ejecución.