Ruta Sonora
■ Vampire Weekend, Designer Drugs, Sr. Coconut
Luego de que el modelo neo-post-punk detonado por The Strokes a inicios de los dosmiles ha sido refriteado hasta la náusea y el absurdo, entre monigotes de rostro hueco y “punks” de aparador, sale a la luz masiva una banda correspondiente al sonido acústico, anti-distorsión, que ha reinando subrepticiamente entre los circuitos de rock y pop independientes desde inicios de siglo; esto es: elementos sonoros coloridos, sencillos, directos, a veces con rasgos electrónicos felices y bailadores, harto melódicos, combinados con una melancolía naïve posmoderna, entre cuyos exponentes pueden recordarse algunos grupos canadienses recientes (citados ampliamente en este apartado el 28 de marzo) o proyectos singulares como los neoyorquinos TV on the Radio o Clap your hands say yeah.
Se trata de Vampire Weekend, joven cuarteto de Brooklyn, integrado por deliciosos nerds egresados de la Universidad de Columbia, que tanto en letras como en música, retratan sin ambages su condición de chicos estudiados, que han viajado y aprendido lo suficiente, como para asimilar en su propuesta una combinación inusual, que va del pop africano de los años 80 al calypso y el new wave, que sin escalas remite a Paul Simon, Peter Gabriel y los Talking Heads, pero no a modo de revival, sino con actitud, ritmos y arreglos contemporáneos, con el agregado bizarro de adornar sus agudas ocurrencias con bajos sincopados, clavicordios barrocos, flautas sintéticas, cuerdas de cámara que roquean, guitarras acústicas tocadas cual mandolinas… descaradamente influidos por la música incidental que ha compuesto Mark Mother- sbaugh para filmes del director Wes Anderson, tales como Rushmore o Life Aquatic.
Pero a pesar de contar con tantos elementos “intelectualoides”, el cuarteto encabezado por el vocalista Ezra Koening y la mente musical maestra Rostam Batmanglij (quien curiosamente hace música para cine) no se escucha afectado, pedante o pretencioso. Lejos de eso, su mayor virtud es lo juguetón, vivaz, claro, gozoso y efectivo que suenan. La mar de melódicos, plenos de letras de carácter literario que igual hablan de correcciones gramáticas que de decepciones amorosas colegiales o de personajes extraviados, estos neoyorquinos que dicen tocar “upper west side soweto” están poniendo de buenas, al lado de sus coloridas correligionarias Mystery Jets, Black Kids o Management, a una generación nacida en los años 80 que lo mismo quiere seguir bailando a ritmo de fosfo-blog-house, que sentirse identificada con Joy Division. Imprescindible escuchar el sencillo A-punk, las extravagantes Cape cod kwassa kwassa y M79; la seudoreggaetonera Mansard roof; las singulares Campus o Walcott. Cual raspado de Central Park (si allá los hubiera), Vampire Weekend es uno de los sabores más frescos, dulces y creativos de al menos el pasado lustro.
Joe Volume, My Gay Husband!, metal
Viernes 9: 1. De Nueva York, Michael Vincent Patrick, mejor conocido como Designer Drugs, rasgará el beat para saltar sin reparo. Del DF, Another Twoo!! (Dann Kalter & Dash), Syntheticrocks DJS y Disco Rock. Bar Cream (antes Colmillo: Versalles 52, Juárez). 22 horas, $80 (cervezas al dos por uno). 2. En el mismo tenor electro-fosfo, Neon Party. Pinchando: Bonnz (de Hello Seahorse), Deca-dance y Clash for cash. Malva Dizco Bar (Durango 181, Roma). 21 horas, $50.
Sábado 10: 1. Neo-punk chamagoso con Joe Volume y los Vincent Black Shadows. Centro Cultural de España (Guatemala 18, tras Catedral). 21 horas, entrada libre 2. De Canadá, los mezcladores de My Gay! Husband; del DF, Money4Nothing (DJ Tatanka). ¡A saltar! Pasagüero (Motolinia 33, Centro). 22 horas, $100 (¡las mamás no pagan!). 3. El puro metal germánico y macizo, para agitar las matas: Helloween y Gamma Ray. Circo Volador (Calzada La Viga 146, Jamaica). 20 horas, $420.
Martes 13: El alemán-chileno Señor Coconut, uno de los versionistas más divertidos del orbe, capaz de transformar a Kraftwerk o Deep Purple en paraísos electro-lounge-tropicales, vuelve al DF para presentar su reciente disco Yellow Fever!, con sus versiones a la Yellow Magic Orchestra, maravilloso exponente del synth pop japonés de los setenta. Teatro de la Ciudad (Donceles 36, Centro), 21 horas.