■ Guillermo Zapata se lanza a la aventura de musicalizar décimas del Padre de la Patria
México a través de sus canciones: historia al ritmo de son jarocho
■ “En una canción cuento desde la llegada de los gringos al puerto de Veracruz hasta que entran a la ciudad de México”
■ Trabajo irreverente y arriesgado, reconoce El caudillo del son
Ampliar la imagen Décimas de hace casi 200 años, de la autoría de Miguel Hidalgo y Costilla, fueron completadas y musicalizadas con ritmo de son jarocho por el cantautor Guillermo Zapata. En la imagen una reproducción del nuevo billete de mil pesos
En la víspera de su fusilamiento, Miguel Hidalgo escribió unas décimas (incompletas) en la pared de su celda. El propósito: agradecer a su carcelero y al jefe de la prisión el haberlo tratado bien (tenían órdenes contrarias). Estas décimas, de hace casi 200 años, fueron completadas y musicalizadas con ritmo de son jarocho por el cantautor Guillermo Zapata (conocido como El caudillo del son) en la pieza Último pensamiento, que viene incluida en el disco doble México a través de sus canciones, narración histórica que abarca del periodo independentista, pasando por la invasión estadunidense, Juárez y Maximiliano, hasta poetas y musas de finales del siglo XIX.
Nuevo oficio
Con Poetas, musas, guerreros y otros héroes, editado por la Secretaría de Cultura del Gobierno del DF y que se presentará este domingo a las 12 del día en el Museo de la Ciudad de México con algunos de los músicos participantes) Guillermo Zapata, luego de realizar investigación en varios libros junto con Vicente Quirarte, hace un recorrido histórico-musical por estas etapas.
A algunas piezas, de autores anónimos, les completó los versos, hizo las coplas y las musicalizó. Muchas son poemas a los que dio el toque fresco del son. Se trata de un proyecto que se originó hace un año. No obstante, Zapata (cuya anterior producción es Comes y te vas) musicaliza piezas del siglo XIX desde el año 92. La génesis del disco fue un coloquio al que lo invitaron por parte de la UNAM en Palacio Nacional.
“Es un nuevo oficio para mí, investigar. Encuentro una cuarteta, le hago lo que la falta de música y de letra o de las dos. Creo que la historia no se ha terminado de contar, sus posibilidades no se han cumplido. Fue una necesidad de llenar los huecos históricos en cuanto a la canción; no soy historiador, pero sí investigo, tomo textos de referencia, e imagino lo pudo sentir el autor o el pueblo frente a un acontecimiento.” Las partituras le llegaron con la investigación en libros. Uno de los amigos que lo ayudó fue Vicente Quirarte.
Zapata comenta: la invasión estadunidense de 1847 fue un hecho tremendo y no había canciones; me propuse hacerlas. Encontré algunos textos, a algunas coplas les puse más letras y música. En una sola canción me aventuro a hacer el resumen de todo, desde la llegada de los gringos al puerto de Veracruz hasta que entran a la ciudad de México y combaten con el general Anaya en Churubusco (Jarabe del 47), y lo hago con son jarocho.
Otra de las letras del disco doble habla de la música que se le cantaba a Morelos antes del combate (Soldados valientes del señor Morelos, aboquen cañones y hagan prisioneros, soldados valientes de señor Negrete, toquen a degüello y salgan a machete…). “Yo lo completé para incluir a Galeana y Matamoros para hacerla una marcha más completa”, dice el compositor veracruzano.
En cuanto al tema de Hidalgo, llamado Último pensamiento, Zapata completó el verso en una parte “que por supuesto no diré y cada quien que lo interprete como quiera. La música fue un son para tensar la cuerda para un momento tan crítico (el próximo a la muerte) y tan humano. Voy contando por medio de la música lo que pasa, el porqué se dieron las canciones”.
Acepta que el trabajo es de alguna manera irreverente: “en algunos casos es arriesgado. Traje las coplas al momento actual y alguien puede decir es interesante o cómo es posible que este cuate se atreva a hacer un son, un ritmo que es alegre para alguien que escribió antes de morir”.
En la parte de Juárez y Maximiliano hay una canción poema de Oropeza Nájera, que en pocas palabras cuenta la historia de Juárez. “Musicalizó la crónica que hace Guillermo Prieto de cuando Juárez llega a Veracruz. En esta pieza, Juárez llega a una hacienda a pasar la noche con su gente. Había una negra que comandaba a los sirvientes de la casa, se topa con el presidente una mañana, luego de que él se lava y saca la bandeja con la que se aseó, y le pide a la mujer que tire el agua sucia, ella le responde: ‘¿habrá indio más igualao?’ Al presidente le causó gracia y tiró el agua. Pero en la comida con los ministros a la mujer le toca servirle al señor presidente y se da cuenta de que era el mismo a quien había desdeñado. La negra se quería morir, pero el presidente se levantó de la mesa para decirle que no había problema. Esto se musicaliza en la pieza Juárez llegó a Veracruz, y nos enseña a un Juárez humilde.”
Historia barata
A decir de Zapata “es un trabajo que pretende contagiar a los demás para que se den cuenta de que la historia está viva y que tenemos referentes, que nos han vendo una historia barata de Morelos con su paliacate y de Hidalgo como venerable anciano”.
Participan en el álbum: Francisco Ortega en la voz, Violeta Ortega, jarana y narración; José Luis Martínez, arreglo y piano; Guillermo Henry, narración; Mayra Zapata, violín; Juan Pablo García, bajo; Pepe Vallejo hijo, percusiones; Claudio Blanco, trompeta, y Guillermo Cobiellas, trombón. Zapata hace arreglos, narración, guitarra, jarana, tres y voz.