■ Debemos repensar la forma de tratar el campo, dice representante
Llama FAO a desarollar programas sociales para apoyar a los más pobres
Guadalajara, Jal., 8 de mayo. Norman Bellino, representante de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) en México, afirmó que ante el alza de precios de los alimentos a nivel mundial, los gobiernos deben poner en marcha programas sociales para apoyar a los sectores más pobres de la población como un paliativo de corto plazo, pero es necesario reactivar el campo a través de tecnología e inversión para hacerlo sustentable
Entrevistado durante el segundo y último día de trabajos del primer Congreso Internacional de Biocombustibles, el experto señaló: “A mediano y largo plazos debemos repensar nuestra forma de tratar al campo y a la agricultura para darle mayores oportunidades a la gente de menores recursos, es decir, a los pobres entre los más pobres”.
Hay que tener, dijo, un mayor consenso de todas las partes involucradas tanto a nivel regional como mundial. “Tenemos un espacio enorme para incrementar la productividad a través de la transferencia de tecnología más moderna, investigaciones, capacitación, extensión y mayor voluntad política para darle un papel prioritario a la agricultura que permita frenar la escalda de precios”.
El representante de la FAO en México advirtió que en la elaboración de biocombustibles existen oportunidades y riesgos para la seguridad alimentaria, como lo que está ocurriendo con la escalda de precios.
Posteriormente en su ponencia señaló que aún existen 209 millones de personas en condiciones de pobreza, por lo que los programas de bioenergía podrían ser una nueva oportunidad para que los pequeños agricultores mejoren sus ingresos mediante mecanismos gubernamentales, como la compra garantizada de sus productos por parte del gobierno.
Consideró que el aumento en los precios del crudo, que en los últimos días ha establecido máximos históricos, es un incentivo para la producción de biocombustibles, pero también implica un incremento a los fertilizantes que se elaboran con base a los hidrocarburos, lo que encarece también los alimentos.
Mencionó que en algunas regiones de Asia la elaboración de biocombustibles no ha sido una alternativa viable porque se está acompañando de una deforestación de grandes extensiones de bosques y selvas.