Citas con
Carlos Monsiváis
|
Julián Cicero |
Medio siglo de activismo.
Desde el apoyo a los
movimientos ferrocarrilero
y magisterial hasta su
compromiso de todos los días
en la lucha contra el sida, Carlos
Monsiváis ha representado en
México la expresión más firme
y perdurable de la solidaridad.
En este texto Alejandro Brito
ofrece el perfil del interlocutor
más generoso de feministas
y minorías sexuales, también
su crítico más severo. En
ocasión de sus setenta años,
el saludo amistoso de Letra S
a su fundador, colaborador
y crítico más persistente,
incluye una selección mínima
de sus aforismos y frases
memorables.
Carlos Monsiváis es el activista de todas las causas justas, lo que en el país de la impunidad equivale
a decir de todas las causas perdidas. A él le gusta
bromear al respecto y jactarse de contar con el récord de
que ninguna de las innumerables causas que ha apoyado,
ha ganado.
Pero Monsiváis no es un buscador de causas, las causas
lo buscan a él. Por la estancia de Portales han pasado
feministas a favor del libre aborto, abogadas de víctimas
de violaciones, estudiantes huelguistas, representantes de
asociaciones defensoras de las pequeñas especies, maestros
disidentes, promotores culturales marginales, roqueros,
ecologistas, activistas gay, lesbianas y de lucha contra
el sida, y hasta del movimiento contra las corridas de toros.
Y él admite su debilidad: simplemente no puede decir no.
A Monsiváis le va bien la frase de André Gide: “Basta con
un buen observador para hacer un gran sabio”. Monsiváis
es un observador muy agudo de los procesos sociales; es
el crítico cultural más relevante de la realidad mexicana.
Y contrario a lo que su razón le dicta, Monsiváis es un
optimista irredento. Para decirlo en sus propias palabras,
su ánimo “vive el pesimismo de la mente y el optimismo
de la voluntad”. Es un humanista radical que confía plenamente
en la acción y respuesta comunitarias. En particular,
la catástrofe del sida lo mueve a ser parte de la respuesta
social y comunitaria. El lado optimista de su ánimo lo
involucra en innumerables acciones contra el sida, y en la
fundación de este suplemento trece años atrás.
La homofobia ha sido el centro de los intentos por
moralizar al sida, y por ello será uno de sus temas recurrentes.
Monsiváis es quien ha contribuido en mayor medida
en México a lo que él mismo llama “el arrinconamiento
social del prejuicio” hacia las minorías sexuales. Es el primero
en llamar la atención pública sobre este “fenómeno
que no tiene que ver con el derecho a la antipatía, sino
con el ejercicio de la intolerancia”, y en superar las limitaciones
semánticas del término y ensanchar su definición:
“Homofobia es la movilización activa del prejuicio, la beligerancia
que cancela derechos y niega con declaraciones
lesivas y/o con actos la humanidad de los disidentes sexuales.”
Monsiváis ha insistido en que el arraigo y la adopción
del término homofobia, una de las grandes señales de
identidad de la derecha, por parte de la sociedad mexicana
marcarán el avance de la tolerancia.
Este mayo Monsiváis cumple 70 años, y como un homenaje
a su congruencia, a su compromiso, a su pasión crítica,
a su generosidad, a su muy peculiar sentido del humor y a
la coherencia de su actitud, ejemplo que estimula pero que
también es exigencia, reproducimos algunas perlas monsivaítas
que dan cuenta de su genio. (Alejandro Brito)
|
Jazmín Velasco |
1 Joven es quien está consciente por unos cuantos años: lo esperan profesión y el matrimonio, la vida el odio a los brotes anárquicos
2 La pandemia del sida convoca a lo mejor las actitudes sociales.
|
Alejandro Magallanes |
3 La culpa
sexual es una
contribución
poderosa a
la estabilidad
política.
4 De algún modo, los lupanares
suelen ser una versión amarga y
rencorosa del hogar.
5 A los excluidos de la Nación Visible (la mayoría)
|e les condena al infierno de la falta de oportunidades,
complementada por la ausencia de respetabilidad.
|
Manuel Monroy |
6 El futuro de la juventud mexicana es la vejez mexicana.
7 La práctica sexual más
segura es la nostalgia.
8 Para la derecha, lo indecente no es la práctica de
un acto sino su exhibición o sus indicios.
9 La sordidez es el más vindicativo de los clósets.
10 En los marginados el cinismo
ha sido, entre otras cosas, la
aspiración a la salud mental.
|
Santiago Solís |
11 Renuévate, país. Occidentalízate, quítate el
rebozo, abandona tu tono modosito y tu falda mental bajada hasta el huesito.
12 Para que el cielo de la heterosexualidad exista, se requiere fijar,
con saña minuciosa, el infierno de los homosexuales.
13 El poder de compra es
la recuperación negociada de la
juventud.
14 El único voto útil es
el voto de castidad.
|
Omar Resendíz |
15 El miedo al ridículo es un poderosísimo
instrumento de dominio, porque acorta la libertad, la
experimentación y las ganas de sentirse a gusto.
16 Lo vivido con pasión que a nadie daña, se justifica por sí mismo.
17 No entiendo lo que está pasando, o ya pasó lo que estaba entendiendo
18 Si son millones los gays y lesbianas en México, decirles
“anormales” es regañar a la naturaleza por sus despilfarros. |