Número 142 | Jueves 8 de mayo de 2008 Director fundador: CARLOS PAYAN VELVER Directora general: CARMEN LIRA SAADE Director: Alejandro Brito Lemus |
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2. El respeto a la libertad de conciencia. Como creyentes y seguidoras de la doctrina de Jesús, reconocemos el respeto a la libertad de conciencia de cada mujer para discernir si continúa o interrumpe un embarazo, ya que la libertad es uno de los más preciados dones de Dios a la Humanidad. 3. El reconocimiento a la capacidad moral de las mujeres. Muchas mujeres han muerto o han visto truncado su proyecto de vida intentando satisfacer las exigencias de otros. Las mujeres tenemos la capacidad de tomar decisiones en todos los ámbitos de nuestras vidas, en especial sobre la reproducción por lo que apoyamos el respeto a las decisiones informadas y responsables de quienes toman como opción última interrumpir un embarazo no deseado. 4. Un acompañamiento sin juicio. No hay un consenso teológico en torno a cuándo una vida en gestación es persona. Sin embargo, las investigaciones científicas confirman que a las 12 semanas el embrión carece de las estructuras, conexiones y funciones necesarias para sentir dolor, es decir lo que distingue al ser humano es su corteza cerebral, la cual no está formada en esta etapa de la gestación. Desafortunadamente en nuestras comunidades de fe, se ha abusado del mandamiento bíblico “No matarás” (Éxodo, capítulo 20, verso 4). La compasión y la misericordia del Buen Pastor se manifiestan en la invitación a no condenar y a no ser quienes “arrojen la primera piedra”. 5. La defensa de un Estado laico. Es necesario reconocer la separación de las iglesias y el Estado para que cada institución ejerza sus derechos y responsabilidades. Es responsabilidad del Estado legislar para el bien común, mientras que cada confesión religiosa es responsable de su propia ética y conducta de acuerdo con sus dogmas o doctrinas. Consideramos que la ley por la despenalización del aborto en el DF como una legislación de salud pública y de compromiso con los derechos de las mujeres. En virtud de lo anterior:
Hacemos un enérgico y urgente llamado a las diversas comunidades de fe para que se conformen como espacios de diálogo y conciliación; necesitamos todas las luces posibles para animar discusiones serias y tolerantes largamente postergadas. Las mujeres necesitamos iglesias que respeten y acompañen nuestras decisiones de vida respondiendo con misericordia, y no con juicios, a nuestras realidades cotidianas. En este momento, cuando se está discutiendo
en la Suprema Corte de Justicia de la Nación la
procedencia o no de los recursos de inconstitucionalidad
de la Ley que permite a las mujeres
la ILE hasta las doce semanas en el DF, hacemos
votos porque el fallo sea a favor de su constitucionalidad,
ya que esta ley abre un abanico de posibilidades
de decisión que aseguran la vida de las
mujeres y el ejercicio de su libertad de conciencia.
Prueba de ello es el hecho de que, de las 14 mil
mujeres que han solicitado consejería sobre la ILE,
sólo poco más de 7 mil han decidido realizarla.
Tenemos esperanza en que este avance en
los derechos humanos de las mujeres continúe
vigente para que se garantice el respeto al derecho
de las ciudadanas a decidir con dignidad
sobre su proyecto de vida. Foro Reflexiones y diálogo ético-religioso
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