■ Madres denuncian que dos menores resultaron intoxicados por los alimentos caducos
La Sedeso, indiferente ante quejas por maltrato a niños de una guardería
■ Sólo les daban una comida al día en lugar de las tres establecidas, señalan
Durante un año, al menos cinco menores, que eran cuidados en la estancia infantil María M., de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), ubicada en Iztapalapa, estuvieron en condiciones precarias, mal alimentados y con problemas de salud, además de que las condiciones de higiene en el sitio eran malas. La situación se agudizó con la intoxicación que padecieron dos niños en marzo pasado y la deficiente atención a otros dos que sufren hemofilia, señalaron las madres, quienes presentaron una queja ante la dependencia el 11 de marzo y no han obtenido respuesta.
Las madres relataron que desde que inscribieron a sus hijos en esa estancia empezaron a detectar irregularidades, como el que la directora vendía los uniformes, el personal cambiaba constantemente, no se les informó sobre el monto presupuestal que recibía de la dependencia y, aseguraron, se falsificaron sus firmas en documentos oficiales.
También observaron que se daban a los niños alimentos caducos, que el menú que aparecía cada día en la entrada no correspondía con lo que los niños ingerían y sólo que se les daba una comida cada día, a pesar de que deberían ser tres, señalaron en entrevista Carmen Medina, Beatriz Mendoza, Mónica Delgado y Teresa Álvarez.
En la estancia, que también es prescolar, ubicada en la colonia Santa Martha Acatitla, los niños estaban inscritos desde 2006, antes de ser incorporada al programa de estancias y guarderías infantiles de Sedeso; en septiembre del año pasado fue incorporada a ese plan y las madres se afiliaron.
Explicaron que la situación comenzó a serles preocupante porque durante los menores salían de ahí con problemas estomacales; constataron que esos padecimientos eran debido a los alimentos que recibían en ese lugar, porque los fines de semana en su casa estaban bien. A pesar de eso, mantuvieron por un tiempo a los niños en la estancia debido a que necesitaban un lugar donde dejarlos mientras ellas trabajaban, pero la situación llegó a su límite cuando dos de ellos se intoxicaron y se voló una lámina de uno de los cuartos donde estaban los niños de prescolar, lo cual, dijeron, pudo lastimarlos.
Los menores que padecen hemofilia tuvieron varios problemas en la estancia debido a que no les controlaron las hemorragias de forma adecuada, señaló una de las madres. La niña recibió un golpe en la cabeza en diciembre pasado y a pesar de que la directora, Claudia Leticia Ramos, sabía del problema de salud y tenía los datos del médico de la menor, nunca acudió a él. Algo similar ocurrió con otro de los niños con problemas de lenguaje, cuya situación nunca mejoró.
Explicaron que el 11 de marzo presentaron la queja a Samanta Soto, de la subdirección de gestión en la dirección de Políticas Sociales de la dependencia, quien les mostró los formatos que presuntamente firmaron cuando sus hijos ingresaron a la estancia, pero las afiliadas afirmaron que las rúbricas que aparecen en esos documentos son falsas.
Consideraron que también es una falla dar a los niños de baja de las estancias al momento en que cumplen cuatro años, ya que esto puede suceder a mitad del periodo escolar, y es difícil encontrar escuelas públicas para inscribirlos. Debido a que tres de los niños ya cumplieron cuatro años fueron inscritos en un prescolar, cuya área maternal forma parte del programa de Sedeso, y a pesar de que pagan la mensualidad correspondiente, personal de la dependencia pidió a la directora que los diera de baja, por lo cual el 28 de abril presentaron otra queja.