Usted está aquí: jueves 8 de mayo de 2008 Mundo Única alternativa para Hillary Clinton, buscar “una salida con gracia”: estrategas demócratas

■ Obama gana el apoyo de otros 25 superdelegados, contra 14 de la ex primera dama

Única alternativa para Hillary Clinton, buscar “una salida con gracia”: estrategas demócratas

■ La senadora por Nueva York insiste en continuar la carrera por la precandidatura de su partido

David Brooks (Corresponsal)

Washington, 7 de mayo. Hillary Clinton insiste en que está sólo a unos pasos de la Casa Blanca, pero un creciente coro de políticos –que incluye a algunos de sus aliados políticos– está concluyendo que todo indica que solamente llegara ahí como invitada por otro que ocupará esa residencia en enero de 2009.

El triunfo de Barack Obama, ayer por amplio margen en Carolina del Norte, y la victoria por un margen muy cerrado de Clinton en Indiana, podría ser el principio del fin de la precandidatura de la senadora y hasta hace pocos meses la gran y casi inevitable favorita para ganar la nominación de su partido a la presidencia.

Obama incrementó ayer su ventaja en delegados comprometidos y en el voto popular acumulado sobre su contrincante, y con ello borró casi por completo el avance de Clinton por su triunfo en Pensilvania.

A pesar de pasar por una de las etapas más difíciles de su campaña en las últimas dos semanas, Obama demostró su capacidad de generar apoyo y así descarriló la intensa ofensiva de Clinton para ganar ambos estados en juego.

Y con ello hay claras indicaciones de que se está volviendo cada vez más difícil la tarea de Clinton de convencer a los llamados “superdelegados” –los políticos electos y figuras de la cúpula de su partido– que ahora determinarán la nominación en que ella seguía como opción política viable.

Desde las primarias en Pensilvania, Obama ha ganado el apoyo de 25 superdelegados, comparado con sólo 14 para Clinton, según el conteo de CBS News. Solamente hoy, Obama recibió el apoyo de tres superdelegados más y Clinton apenas de uno.

Peor aún, George McGovern, una de las figuras veteranas del Partido Demócrata y gran promotor de la senadora, le pidió este miércoles abandonar su candidatura ante los hechos y endosó a Obama. Hillary Clinton, de joven, trabajó en la campaña presidencial de McGovern, en 1972.

El debilitamiento de Clinton también se mostró con la información de que tuvo que prestarle a su propia campaña 6 millones de dólares de sus fondos personales, segunda ocasión en que debió hacerse una donación multimillonaria, que algunos interpretan como resultado de un declive en el apoyo entre sus simpatizantes.

Muchos reporteros políticos y comentaristas reportan hoy que sus fuentes del Partido Demócrata están llegando al consenso de que no tiene más opciones que rezar por un grave error de Barack Obama o un hecho extraordinario que nutra serias dudas sobre qué tan “elegible” será frente a los republicanos en las elecciones generales del 4 de noviembre.

En la última ronda de seis elecciones primarias entre ahora y el 3 de junio sólo hay unos 217 delegados en juego, y casi nadie cree que Clinton logrará superar a Obama aunque gane en varias de ellas. Por ahora el senador por Illinois goza de una ventaja de unos 172 delegados comprometidos, según cálculos del New York Times. Y todo indica que los superdelegados no están dispuestos a votar en contra de la expresión de sus bases registrada en el voto popular a lo largo de estos meses, a menos que suceda algo muy grave.

Decisivos, los superdelegados

“La competencia está, como ha estado durante tiempo, en manos de los superdelegados. Parecen estar inclinados a apoyar al candidato que gane la mayoría de delegados comprometidos, y ese será Obama. Para mover esa sicología ella tiene que demostrar que Obama no es elegible. Fracasó en hacer eso anoche y no tiene muchas más oportunidades”, escribió el encuestador demócrata Mark Mellman, citado en el Washington Post. Concluye que ahora Clinton depende en gran medida de un gran error por parte de Obama.

El estratega político demócrata Jonathan Prince lo dice así: “Básicamente ella necesita un evento extraelectoral para presionar a los superdelegados hacia ella”.

Peor aún para la ex primera dama, los conductores de algunos de los principales programas de noticias y comentarios de la televisión nacional empezaron hoy, desde muy temprano, declarando que su campaña si no está muerta, sí está moribunda.

Tim Russert, famoso conductor de NBC News, declaró: “Ya sabemos quién será el nominado por los demócratas, y nadie lo va a disputar”. David Gergen, que fue asesor presidencial de Bill Clinton y otros mandatarios, dijo en CNN que “creo que la gente de Hillary Clinton sabe que este juego ya casi se acabó”.

Bob Franken, analista político de televisión, exclamó en un programa: “Pongámoslo sobre la mesa: esto se acabó, se acabó”. Y hasta George Stephenopoulos, de ABC News, ex director de comunicaciones de la Casa Blanca de Bill Clinton, que como comentarista obviamente apoya a Hillary, tuvo que decir que “ya se acabó esta lucha por la nominación”.

Varios medios reportan que estrategas demócratas han concluido que la única decisión ahora para Clinton es buscar “una salida con gracia”. Pero ella insistió hoy en que seguirá hasta el final, cuando dijo en rueda de prensa: “Estaré en esta competencia hasta que surja un nominado, y obviamente trabajaré lo más que pueda para que yo sea ese nominado”.

Si no hay sorpresas o milagros, pronto podría ser la única en no reconocer que esto ya se acabó.

 
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