■ Reconocen también el trabajo del semanario tijuanense Zeta
Entregan el Premio Ortega y Gasset a la periodista Sanjuana Martínez
Madrid, 7 de mayo. México y la “corrupción galopante en las estructuras de poder”, incluido el gobierno presidencialista de Felipe Calderón, así como el poder de las redes clandestinas de la jerarquía eclesiástica para ocultar los abusos sexuales contra menores perpetrados por sacerdotes, fueron dos de los denuncias que se escucharon hoy en la entrega del Premio Ortega y Gasset de Periodismo.
Esta 25 edición tuvo un marcado acento mexicano, con el reconocimiento a la periodista Sanjuana Martínez por los reportajes publicados en La Jornada sobre el clero y la pederastia, además de haber sido reconocida la labor de denuncia del semanario Zeta, editado en Tijuana, sobre las mafias del narcotráfico.
El periódico español El País decidió crear en 1984 los premios de periodismo Ortega y Gasset, en homenaje al destacado filósofo español y para reconocer los trabajos de relevancia en los medios de comunicación iberoamericanos en los ámbitos escrito, radiofónico, televisivo y fotográfico. Estos galardones son considerados entre los más prestigiosos del periodismo en lengua española.
En esta ocasión, el jurado, presidido por el prestigioso jurista Gregorio Peces Barba eligió por unanimidad a los premiados en los cuatro apartados: por periodismo impreso, a Sanjuana Martínez y al periódico La Jornada; en periodismo digital, a la cubana Yoani Sánchez, por su blog Generación Y; en mejor trayectoria profesional a la revista mexicana Zeta, fundada por Jesús Blancornelas, y en periodismo gráfico al fotógrafo Gervasio Sánchez, uno de los reporteros de guerra más activos y comprometidos de la prensa española.
Sanjuana Martínez expresó en su discurso: “El periodismo es crítica, confrontación, enfrentamiento… Es denuncia, agente de cambio, catalizador de la sociedad. Lo demás es pura propaganda. Es por eso que el periodismo de investigación es una forma de resistencia contra la manipulación”.
La periodista mexicana estuvo acompañada por amigos cercanos y por familiares, entre ellos su esposo, Carlos Castresana. Quiso dedicar el premio, entre otras personas, a la directora de La Jornada, Carmen Lira, porque “se atrevió a publicar mis reportajes soportando también todo tipo de presiones y reivindicando el periodismo comprometido con la verdad”.
En la ceremonia de entrega también estuvo presente la periodista Lydia Cacho, mientras Carmen Aristegui, quien se encuentra en Madrid, prefirió no asistir, pero sí celebrar junto a Sanjuana Martínez la concesión del premio.