■ Anuncian economistas y abogados más foros de análisis en el país
Responde a intereses de EU la iniciativa de reforma petrolera
■ Está desvinculada de un proyecto de desarrollo nacional, afirman
La iniciativa calderonista para reformar el sector energético está desvinculada de un proyecto de desarrollo nacional y, en cambio, responde a las necesidades estratégicas de Estados Unidos, país que consume 25 por ciento del petróleo del mundo, del cual dos terceras partes son importadas.
Economistas y abogados advirtieron lo anterior durante el simposio Petróleo y seguridad energética, convocado por el Frente Amplio Progresista (FAP).
Al término del encuentro, los participantes acordaron promover en el país foros de análisis, alternos al debate oficial acordado en la Cámara de Senadores.
Extraordinaria coincidencia
Víctor Flores Olea, abogado y diplomático, dijo que “resulta extraordinaria” la coincidencia de la iniciativa de Felipe Calderón con los análisis de los estrategas de la política y la economía de Estados Unidos, “tanto, que parece dictada en el país del norte y simplemente acatada por el jefe del Ejecutivo en funciones. (La propuesta) es una ignominia y una vergüenza que el pueblo de México debe rechazar”, dijo.
En su ponencia, el profesor universitario citó un documento del Consejo de Relaciones Externas –centro de análisis e investigación estadunidense–, donde se reconoce que una de las mayores debilidades de ese país es su dependencia de la importación de petróleo.
La tendencia mundial, agrega el análisis, es un crecimiento espectacular de la demanda de petróleo en las próximas décadas y un aumento en el precio internacional, además de múltiples riesgos de hallarlo en zonas cada vez más remotas; de ahí que Estados Unidos se está preparando para abrir nuevas áreas de exploración y producción de gas y petróleo en el Golfo de México y Alaska, por ejemplo.
En esa dirección, agregó Flores Olea, “encontramos multinacionales como Chevron anunciando sus exploraciones con éxito en aguas profundas del Golfo de México, que significarían un incremento hasta de 50 por ciento de las reservas petroleras de Estados Unidos.
“La seguridad nacional de México y nuestras posibilidades de desarrollo independiente, democrático y popular, se sitúan en las antípodas de la visión que tiene el imperio acerca de su propia seguridad que, como siempre, niega las posibilidades de desarrollo de otros países.
“Sobre todo cuando nuestros burócratas en el gobierno siguen al pie de la letra, mansa y puntualmente, las instrucciones que llegan de fuera”, advirtió.
Agregó que la propuesta de Calderón “ha sido llamada infame no sólo por su contenido desnacionalizador y entreguista, sino porque es un modelo de disimulo al violentar disposiciones de la Constitución por la vía encubierta de modificar leyes reglamentarias”.
Al inicio del simposio, Manuel Camacho Solís, integrante del FAP, hizo un recuento de las causas que han orillado al gobierno en turno, desde 1982, a tomar Pemex como sostén fiscal del Estado.
En ese contexto, señaló, la propuesta de Calderón es simplemente entregar la paraestatal y no ofrece soluciones fiscales ni garantías de que los supuestos recursos adicionales serán utilizados para el desarrollo nacional.
La pretendida enmienda calderonista tampoco incluye una política integral para atender el medio ambiente, los aspectos laborales o de educación. “Hasta ahora, ese proyecto es más de lo mismo: perpetuar un modelo de crecimiento que ya se agotó y que sólo resulta benéfico a las oligarquías”, dijo Camacho Solís.
Los especialistas participantes en el segundo y último día del encuentro convocado por el consejo consultivo del FAP explicaron las repercusiones negativas para Pemex ante la falta de un esquema fiscal que le permita recibir, de vuelta, parte de la renta petrolera, y de una regla específica para controlar la exportación del crudo.
“Tal como ha sido presentada, (la iniciativa) plantea dos opciones: aceptar que somos tontos y corruptos, y entregar la renta petrolera a la iniciativa privada”, señaló Mario DiCostanzo, secretario de la Hacienda Pública del “gobierno legítimo” de México.
El economista hizo un recuento de las consecuencias negativas de la apertura a la iniciativa privada de áreas sustanciales en México como alternativa para resolver la problemática fiscal. Pemex, agregó, siempre ha sido el sector damnificado, porque cuando ha habido excedentes petroleros se reparte a todo mundo menos a la paraestatal.
Al concluir el encuentro, realizado en el auditorio de la Antigua Escuela de Medicina, en el Centro Histórico, la maestra Ifigenia Martínez resumió la incursión en el neoliberalismo, política económica siempre vinculada con los intereses del exterior, por lo que hizo un llamado a rechazar la iniciativa calderonista y prepararse para los debates que vienen.