Usted está aquí: martes 6 de mayo de 2008 Sociedad y Justicia Grupos pro vida buscan reducir en Gran Bretaña el límite de 24 semanas para abortar

■ Activistas por el derecho a la libre elección consideran que la propuesta es una regresión

Grupos pro vida buscan reducir en Gran Bretaña el límite de 24 semanas para abortar

■ Tres cuartas partes de los británicos aceptan que se practique en los primeros tres meses de embarazo

Reuters

Ampliar la imagen Imagen tridimensional de un feto de 23 semanas Imagen tridimensional de un feto de 23 semanas Foto: Reuters

Londres, 5 de mayo. Aunque el aborto se legalizó hace 40 años en Gran Bretaña, los activistas por el derecho a la libre elección dicen que los avances logrados con esfuerzo están ahora bajo la presión de grupos que intentan bajar el límite de 24 semanas para la interrupción del embarazo.

La ley de abortos, que en Gran Bretaña entró en vigor en 1968, estuvo precedida por un debate apasionado sobre la ética de abortar bebés saludables, tema todavía disputado con vehemencia por ambos lados.

“Solía recibir –y ocasionalmente sigo recibiendo– cartas de lunáticos que me comparaban con Herodes y Hitler”, señaló David Steel, el miembro del Parlamento que presentó el proyecto de ley.

A 40 años de que Steel vio el proyecto convertirse en ley, el Parlamento británico todavía está bajo el asedio de los activistas antiaborto, que buscan poner fin a lo que consideran el “brutal asesinato de inocentes”.

El Legislativo también está bajo presión de quienes defienden ferozmente el derecho de las mujeres a decidir sobre su propia vida.

“La ley de abortos y su puesta en vigencia fue un avance histórico para las mujeres”, indicó Louise Hutchins, directora de campaña del grupo Abortion Rights. “Terminó con los días de los abortos clandestinos, con miles de mujeres que morían y miles más que resultaban heridas y quedaban marcadas por el resto de su vida.

“No sólo eso, sino que al darles un control básico de su vida, se posibilitó además un increíble avance en la posición económica, social y educativa de las mujeres en la sociedad”, añadió.

Rusia fue el primer país en legalizar el aborto, en 1920, según la Organización Mundial de la Salud, si bien la ley fue revocada en 1936 y esa práctica permaneció ilegal hasta 1955.

Islandia fue el primer país occidental en legalizar el aborto, en 1935.

El límite

Muchos países europeos permiten la interrupción voluntaria del embarazo con hasta 12 o 13 semanas de embarazo, después de lo cual está limitado a los casos en los que el bebé o la madre están en riesgo. En España, Suiza y Holanda es legal con hasta 22 a 24 semanas de embarazo.

La ley británica originalmente permitía abortos hasta 28 semanas después de la concepción, en la medida en que dos médicos estuvieran de acuerdo, pero el límite máximo fue reducido a 24 semanas en 1990.

Los activistas pro vida planean presentar el mes que viene en el Parlamento una serie de enmiendas a una ley de fertilización humana, buscando una reducción a 20 semanas, 18 o incluso menos.

Una de las influencias más fuertes en el debate ha sido la publicación de innovadoras imágenes tridimensionales en movimiento producidas por el profesor Stuart Campbell, especialista en obstetricia y pionero en diagnóstico fetal por ultrasonido.

Sus videos y fotografías muestran claramente fetos de 16 semanas chupándose el dedo, bostezando y manifestando conductas que sugieren que en esta etapa están mucho más desarrollados de lo que se pensaba.

“Me sorprendió lo complejo que es el feto”, aseguró Campbell. “El patrón de conducta de sus brazos y manos muestra que sólo está adquiriendo conciencia espacial y aprendiendo sobre su entorno.

“Por supuesto que no creo que esto ocurra a nivel cerebral –no es un ser inteligente en ese momento–, pero sus patrones reflejos de conducta se están preparando para una vida futura”, añadió.

Steel dice haber encontrado llamativas imágenes, pero asegura que, al igual que la gran parte de la comunidad médica y científica de Gran Bretaña, cree que debe mantenerse el tiempo límite de 24 semanas.

Siendo un joven político, Steel presenció un aborto, sabiendo que se enfrentaría a críticas si no lo hacía. No fue “un procedimiento agradable de contemplar”, dice, pero “no creo que haberlo visto haya cambiado mis opiniones en absoluto”.

Las encuestas de opinión muestran que tres cuartas partes de los británicos apoyan el derecho de una mujer a realizarse un aborto en los primeros tres meses de embarazo, y entre los que apoyan el límite de 24 semanas están a la Asociación Médica Británica, el Colegio Real de Enfermería y el Colegio Real de Obstetricia y Ginecología.

En Gran Bretaña cada año 200 mil mujeres tienen abortos voluntarios y el número está en aumento. Alrededor de 30 por ciento habrán tenido un aborto para cuando lleguen a los 45 años.

Según Campbell, cerca de 2 mil 300 de los 3 mil embarazos interrumpidos cada año entre las semanas 20 y 24 son bebés normales, proclives a nacer sin complicaciones.

Asegura creer con firmeza en el derecho de una mujer a un aborto seguro y legal, pero insiste en que 20 semanas –la mitad de tiempo de un embarazo normal– permiten tiempo suficiente para tal decisión.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.