■ Tomás Pliego y Leticia Quezada, del PRD, denuncian constantes agresiones a prostitutas
Exigen diputados al GDF decretar alerta de violencia feminicida en La Merced
■ Aseguran que una situación similar, aunque en menor escala, se vive en la Zona Rosa
Ampliar la imagen Según los diputados perredistas Leticia Quezada y Tomás Pliego, la violencia contra las sexoservidoras de la zona de La Merced ha llegado a niveles extremos, por lo que es urgente la intervención de las autoridades del Distrito Federal no sólo para prevenir los delitos y castigar a los culpables, sino para garantizar los derechos humanos de las afectadas Foto: Roberto García Ortiz
La Merced se ha convertido en el principal punto de violencia extrema contra las mujeres de esta ciudad. Ahí, las sexoservidoras sufren a diario violaciones, golpes, explotación sexual e inclusive la misma muerte, aseguraron los diputados locales del PRD Tomás Pliego y Leticia Quezada, quienes pidieron al gobierno capitalino emitir la declaratoria de “alerta de violencia feminicida”, que implicaría la suma de esfuerzos de diversas instancias públicas de esta ciudad para establecer acciones puntuales, concretas y eficaces que no sólo castiguen y prevengan la comisión de los ilícitos que hoy se presentan ahí, sino que garanticen los derechos humanos de las afectadas.
Leticia Quezada, presidenta de la Comisión de Equidad y Género de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), expresó que muchas de las sexoservidoras de La Merced provienen de poblaciones marginadas de Chiapas, Oaxaca y otras entidades, pero también de países como Guatemala y El Salvador, y unas y otras sufren la misma explotación y las mismas agresiones, derivadas, en parte, de la ausencia de las autoridades.
“No hay que buscar mucho para comprobar que en esa zona se da una especie de esclavitud de las mujeres; es un tipo de feminicidio que pone a la ciudad de México entre los primeros lugares a nivel nacional en cuanto a la persistencia de ese tipo de agresiones”, añadió la legisladora, quien argumentó que la exigencia a las autoridades locales para que decreten esa alerta es porque “queremos evitar que se llegue a los niveles de impunidad de Ciudad Juárez”.
De hecho, la diputada perredista precisó que a consecuencia de la prostitución se han dado casos de asesinatos de mujeres en La Merced. “Por las condiciones que sufre ese grupo de la sociedad es claro que se da ahí el feminicidio, que significa la violencia extrema hacia las mujeres, y no solamente su muerte”, detalló Quezada.
En su oportunidad, Pliego Calvo dijo que el artículo 10 de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en el Distrito Federal da la posibilidad que ante un ambiente agresivo se pueda emitir una declaratoria de “alerta de violencia”.
Añadió que de darse esto en La Merced, se tendría que convocar a diversas instancias del Gobierno del Distrito Federal para enfrentar esa grave problemática, tal cual si fuera un “paciente de terapia intensiva”.
Y ejemplificó: el DIF tendría que intervenir en rescatar a los menores que viven en ese ambiente de agresión; las delegaciones Venustiano Carranza y Cuauhtémoc tendrían que implementar programas anuales de verificación de todos los giros de alto impacto para atenuar la trata de blancas, prostitución y explotación sexual.
La Secretaría de Seguridad Pública de esta ciudad estaría obligada a instalar una Unidad de Protección Ciudadana en esa zona; la Procuraduría de Justicia del DF tendría que investigar y castigar los casos de explotación sexual, y otras instancias podrían impulsar la expropiación de inmuebles en los que se cometen distintos ilícitos, sobre todo hoteles.
“Lo que queremos es que se coloque una lupa gigante en la Merced y no permitir que siga proliferando ese foco de prostitución y violación de los derechos humanos” de las sexoservidoras, agregó Pliego, quien consideró que con esa presencia institucional se podría también mandar un mensaje de que en esta capital no hay cabida para tanta impunidad.
Más adelante, Tomás Pliego reconoció que La Merced no es la única zona de esta ciudad con esa problemática, pues también se dan casos –en menor escala– en puntos como la Zona Rosa.
Por ello, dijo que si en un plazo perentorio no se da esa intervención institucional del GDF para enfrentar la situación que se vive en La Merced, tendrá que denunciar ante las instancias correspondientes a las autoridades que estén coludidas o sean cómplices de los delitos que ahí se cometen a diario, en detrimento de las mujeres sexoservidoras.