■ Los Hermanos Rincón cumplen 37 años; el domingo presentarán sus dos recientes discos
“La cultura dedicada a los niños, marginada por las autoridades”
■ Se les ve como una masa, como un objeto de consumo, opinó en entrevista Valentín Rincón
■ La canción debería ser un alimento espiritual, nutritivo para el alma, no chatarra, manifestó
Gusanito medidor es la canción que más piden “los niños de todas las edades” a Los Hermanos Rincón desde hace 37 años, cuando fundaron el grupo que ha trascendido en el alma de varias generaciones de quienes gustan también de La vaquita de Martín y El niño robot, entre otras, expresó en entrevista con La Jornada Valentín Rincón, uno de los artífices del grupo que este domingo 4 de mayo, a las 13:30 horas en la Plaza de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Cenart), presentará dos nuevos discos: Ensamble Rincón y Por todos los rincones (Ediciones Pentagrama).
La charla se realiza en la casa de Valentín, en la Portales, el Día del Niño. En el sofá se encuentra “acostada” una marioneta de Gusanito Medidor. “Cumplir 37 años provoca una gran satisfacción y mucha emoción. Hoy es Día del Niño, y en unos días vamos a presentar nuestros nuevos discos, por eso estamos imbuidos en un ánimo festivo. En 37 años hemos tenido una serie de experiencias… tantas que quizá se nos pierdan en la memoria.
“¡Los niños salen con cada ocurrencia! Se suben al escenario y nos dan de comer si estamos cantando La canción de la comidita, donde decimos que tenemos mucha hambre. Nos dan palomitas. Me preguntan que desde cuándo les cantamos. Les respondo que ¡desde cuándo!, y se quedan así (Valentín pela los ojos), y dicen: ‘¡Ah, entonces yo no existía!’ Y algunos otros nos han dicho que sus papás nos oían cuando eran niños. Hemos aprendido mucho de ellos.”
En México hay muchos artistas que cantan a los niños, pero pocos trascienden, como Cri Cri y Los Hermanos Rincón. Hay unos 31 millones de niños en el país, “y así deberían existir estaciones de radio para ellos; hubo una hace años, que se llamaba Radio Infantil y luego Radio Rin. Ya no digamos estaciones, sino programas de radio para los pequeños, hay pocos.
“Debería haber muchos más y más artistas, compositores y creadores, pero falta el estímulo que deberían dar las autoridades en cuanto a la difusión de la obra y a conciertos, en el presupuesto, que para la cultura es bajo, y la que es dedicada a los niños es aún más marginada. Para los grupos no hay estímulos, porque para dar la función que se merecen los niños se requieren elementos que el artista muchas veces no tiene.”
Intereses económicos
“Por eso las autoridades –tanto capitalinas como federales– deberían asignar más recursos. Ahora bien, desafortunadamente al niño se le ve como una masa, como un objeto de consumo, y cuando se hace arte, entre comillas, no se piensa en darle belleza, en que se trata de un alimento espiritual, sino que hacen cálculos de si va a pegar y si va a haber ganancia, y ‘a este grupo lo vamos a promover y vamos a vender los discos’, y demás.
“Eso es poner lo económico por encima del interés legítimo, el artístico. Ahí está la falla. Se alienta el consumismo y tal parece que al niño se le quiere rellenar como si fuera una bolsa. Es presa del bombardeo publicitario, por eso está aumentando el problema de la obesidad. Haciendo una analogía con las canciones, la canción debería ser un alimento, pero espiritual, nutritivo para el espíritu y no chatarra”.
Explicó que hace 37 años Los Hermanos Rincón casi no tenían competencia, “porque prácticamente no había grupos. En ese sentido, nosotros abrimos brecha, porque después de Cri Cri se hizo un vacío. Claro que estuvieron el Tío Herminio y Alberto Lozano. Nosotros empezamos a inventar, por decirlo de alguna manera, y nos invitaron por aquí y por allá. Vimos que había bambalinas y luces. Aprendimos de eso, de los elementos teatrales.
“Yo era contador público, lo soy, pero no ejerzo. Gilda, mi hermana y autora de muchas de nuestras canciones, es abogada; desde muy joven escribía cuentos y poemas. Aparte de la contabilidad estudié música en la Escuela Nacional, y poco a poco comenzamos a hacer canciones, pero antes trabajamos en otras cosas. Trabajé de contador cerca de 20 años. Pero en 1972 empecé con mis canciones, que se escuchaban en el programa El rincón de los niños, de Radio UNAM; el nombre no tenía nada que ver con nuestro apellido, pues esa emisión comenzó antes de que surgiéramos nosotros, y era dirigida por Rocío Sanz.”
Los Hermanos Rincón tienen un programa en Radio UNAM, en el 96.1 de frecuencia modulada, los domingos de 10 a 11 horas.
El domingo 4 de mayo, a las 13:30 horas se presentarán en vivo en el Cenart (Avenida Río Churubusco 79, esquina Calzada de Tlalpan). La entrada será libre.