DIRECTORA GENERAL: CARMEN LIRA SAADE

SUPLEMENTO ESPECIAL
MIERCOLES 30 DE ABRIL DE 2008

En México, con 12 minutos de trabajo de un obrero
se paga su salario mínimo

El resto de horas laboradas es la ganancia de empresas y gobierno-patrón: CAM

Patricia Muñoz Ríos

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Cómo llega el sector obrero mexicano al primero de mayo de 2008? La pregunta, que entrañaría diversos análisis, podría responderse con un dato: en nuestro país, con tan sólo 12 minutos de trabajo de un obrero se paga su salario mínimo; el resto de horas laboradas es la ganancia de las empresas, industrias y del gobierno-patrón.

El dato es resultado de una exhaustiva investigación del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM), de la Facultad de Economía de la UNAM, titulada “Estragos del neoliberalismo en México 2008”, la cual concluye que en este país la polarización económica se agrava día con día.

Define que ha crecido el nivel de explotación laboral y precisa que el diagnóstico del sector sindical mexicano tendría que hablar necesariamente del deterioro de las condiciones de vida de los asalariados; de que en los hechos, se aplica la “flexibilización de las condiciones laborales”; de la mutilación de los contratos y de que, de manera impune, prácticamente ya no se cumple con la Ley Federal del Trabajo (LFT).

Los académicos de la UNAM plantean que la respuesta al desempleo y la informalidad laboral han sido la migración, la subcontratación. Señalan que, a mayo de 2008, la mayor parte de la población ocupada no tiene prestaciones; que ahora, muchas familias se ven en la necesidad de que varios de sus miembros tengan que trabajar para completar el gasto, o bien tienen varios empleos, mientras la autoridad laboral no ha impedido el hecho de que haya una masiva violación a los contratos colectivos.

La investigación se basa en una medición del “grado de explotación en México entre 1976 y 2007”, y compara lo que ha pasado en nuestro país y varios más en este periodo; establece que a escala mundial ha habido un constante despojo al sector obrero, “pero aquí ha sido sin medida”. China y Vietnam se han convertido en el “gran ejemplo” en el mundo en cuanto a crecer a costa de la sobreutilización de la mano de obra. Lo grave es que México se incorporó a la lista de naciones que ofrecen como ventaja bajos salarios como atractivo para los empresarios, y es ya una de las naciones con mayor grado de explotación laboral, esto es, “un paraíso para las inversiones”.

Cita varios ejemplos de los cuales retomamos dos: en la industria llantera mexicana el salario de los trabajadores se paga con tan sólo 13 minutos de su jornada laboral, mientras que en la rama vidriera se cubre con 9 minutos. Este hecho, multiplicado en todos los sectores productivos, explica la “súper explotación”, el ejército industrial de reserva, el abaratamiento de la fuerza de trabajo, la subcontratación, el empleo de medio tiempo el que el trabajador tiene que laborar más horas para subsistir. En resumen, que en el país los obreros son más pobres, detalla el análisis encabezado por los investigadores de la Facultad de Economía Luis Lozano, David Lozano y María Luisa Gaspar, y los grupos de Economía Política III y de Análisis Económico II.

Da más cifras: durante el periodo referido líneas arriba, el precio de la canasta alimentaria recomendable se ha elevado 95 mil 375 por ciento; un trabajador tendría que laborar 14.40 horas para comprar los alimentos básicos diarios; un minisalario sólo alcanza para comprar 5 kilos de tortillas o 500 gramos de carne.

La secretaria de trabajo del “gobierno legítimo”, Bertha Luján, plantea que la “deuda social” en el país es ahora mayor que hace dos o tres sexenios, porque no sólo han retrocedido las condiciones de vida de los asalariados, sino que se están viviendo tiempos donde la Ley Federal del Trabajo “es letra muerta”, y el país está en los primeros lugares de la lista de naciones que pagan peores sueldos en América Latina.

Hay, dijo, una política antilaboral deliberada que forma parte de un circuito conformado por la política depredadora de salarios y derechos laborales, así como refinamiento de los controles sindicales y descuido del reclamo social. “Prueba de ello es que no parece importarles que haya un millón de amparos contra la Ley del ISSSTE, o que las viudas de la mina Pasta de Conchos hayan cumplido dos años de peregrinar para que les hagan justicia. Les basta cerrar los ojos y oídos para no atender el reclamo de los trabajadores.”