Usted está aquí: martes 29 de abril de 2008 Economist Intelligence Unit

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Venta de granos en Mumbai, India, donde el costo se ha incrementado en parte por la utilización de los productos para elaborar combustibles

La nueva cara del hambre

Samake Bakary vende maíz en cuencos de madera en el mercado Abobote, en los suburbios del norte de Abidjan, en Costa de Marfil. Bakary apunta a un tazón de arroz quebrado tailandés que, a 400 francos CFA (aproximadamente un dólar) el kilo, es la variedad más popular. Durante un buen día solía vender 150 kilos. Ahora se siente afortunado si vende la mitad. “La gente pregunta el precio y se marcha sin comprar nada”, se queja. A principios de abril hubo marchas y motines: dos días de violencia que convencieron al gobierno de aplazar las elecciones.

 

Regresa la tarjeta de racionamiento

En Rangpur, uno de los distritos más pobres de Bangladesh, los precios del arroz, trigo, aceite de cocina y legumbres se duplicaron el año pasado. Alrededor de 40% de las personas viven con menos de un dólar diario y, en el país en su conjunto, más de la mitad son trabajadores sin tierra, que más bien compran que cultivan su alimento. Los representantes gubernamentales hablan de “hambre oculta”.