“Se baila con la cabeza, no con los pies”
Para dar una pirouette se requiere un alto grado de concentración; antes de levantar el vuelo, se necesita pensar; el soporte son años de entrenamiento físico diario, desde tierna edad. “Se baila con la cabeza, no con los pies”, dice Andrea de Granda, intérprete y maestra de ballet desde hace más de 50 años.
“La técnica se aprende con el cerebro, se pasa al cuerpo para dominarlo y luego al corazón, con el fin de expresar sentimientos”, precisa.
La danza clásica brinda mucho a una persona. “Es disciplina, técnica para poder hacer cualquier tipo de baile, estructura física, dominio y conocimiento del cuerpo, así como la fuerza que muy pocas disciplinas te pueden aportar. Forma personas tenaces y da salud. También acerca al arte, como la música, la pintura, etcétera. Imagina lo que puede hacer el trabajo día y noche, no sólo físicamente, sino mental. Nureyev, por ejemplo, decía: ‘si faltas un día a clase lo notas en tu cuerpo, si faltas dos, lo nota también el maestro, al tercer día lo nota todo mundo’.
“Un bailarín de clásico es un atleta en un ambiente artístico, tiene más fuerza que un boxeador, sólo que lo muestra con finura.”
Permanente reto
El ballet es un reto permanente, “se pasa uno la mitad de la vida abriendo, buscando una posición antinatura, lo que lleva al dominio cada vez mayor del cuerpo, lo cual significa una satisfacción maravillosa. La evolución de la técnica es impresionante: ahora puede verse a un hombre con grandes extensiones y mujeres que giran y giran... Eso va más allá; uno llega a preguntarse: ¿se rompen con las leyes de la física?, ¿qué es la gravedad?”
Un buen entrenamiento no tiene por qué causar lesiones; sin embargo, aclaró Andrea de Granda, cuando se fuerza el cuerpo se provocan daños, como lordosis, caída del arco del pie o juanetes. “En el ballet todo debe ser con la precisión de un reloj y el acoplamiento de su engranaje, no hacerlo así puede ocasionar un accidente grave” . En ese sentido, explicó que ella, como muchas de las personas involucradas en la danza, reciben también información médica.
El doctor Jorge Andraca, luego de afirmar que el ballet bien ejercido no causa daños sino, al contrario, una vida física saludable, señaló que los desgarramientos de músculos o tendones, o fracturas en los tobillos, son afecciones que se presentan con mayor frecuencia entre los intérpretes, y resultan principalmente de un esfuerzo inadecuado y de falta de condición física y calentamiento. “Conocer las capacidades físicas de cada uno es un aspecto relevante de este arte”.
Una ventana para acercarse al aspecto médico de la danza con la finalidad de evitar daños en los intérpretes es el simposio que organiza el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, que, con la participación del Instituto Nacional de Rehabilitación, ofreció su segunda edición los pasados 17 y 18 de abril. En esa reunión se abordaron los resultados de las más recientes investigaciones en epidemiología, diagnóstico y terapéutica para prevenir lesiones músculo-esqueléticas en las diferentes especialidades del arte del movimiento.