■ En breve, juicio histórico contra 15 represores
Nieta de Juan Gelman pide en Francia justicia para sus padres
París, 28 de abril. A pocas semanas de un histórico juicio en París contra 15 responsables chilenos de crímenes durante la llamada Operación Cóndor de las dictaduras militares latinoamericanas de los años 1970-1980, una de las víctimas, Macarena Gelman, viajó a la capital francesa para pedir justicia.
Argentina, hija de desaparecidos, nacida en cautiverio en Uruguay, Gelman conoció su verdadera identidad sólo en el año 2000, cuando tenía 23 años, gracias a las incansables gestiones que realizó a nivel internacional su abuelo, el poeta argentino Juan Gelman, recién galardonado con el Premio Cervantes.
El 27 de febrero de 2008, la joven demandó ante la justicia uruguaya la reapertura del proceso relativo a la desaparición forzada de su madre.
Este expediente fue cerra- do en virtud de la llamada ley de Caducidad la cual ha per- mitido la impunidad en Uruguay de los responsables de crímenes durante la dictadura en esa nación de 1973 a 1985.
María Claudia García Iruretagoyena y Marcelo Gelman, los padres de Macarena, te- nían 19 y 20 años respectivamente, cuando fueron secuestrados, el 24 de agosto de 1976 en Buenos Aires, por agentes de la dictadura militar de ese país, en el marco de la Operación Cóndor.
Marcelo Gelman fue asesi-nado de un balazo en la cabeza y su cadáver tirado a un río al interior de un bidón con cemento, ubicado e identificado en 1989.
María Claudia, embarazada de siete meses cuando fue secuestrada, fue entregada a agentes uruguayos que la trasladaron clandestinamente a Montevideo, siendo encarcelada en la sede del Servicio de Información y Defensa (SID), hasta el nacimiento de Macarena, el 1 de noviembre de 1976.
Dos semanas después del nacimiento de Macarena en un hospital militar, María Claudia fue trasladada a la Base Valparaíso y asesinada.
La recién nacida fue robada y confiada a la familia de un policía uruguayo que la crió, sin que ella conociera su verdadera identidad, hasta el año 2000, en que su abuelo dio con ella.
“Fue mi madre adoptiva que me comunicó que se ha- bía descubierto mi verdadera identidad”, recordó la joven, que reconoció el gran apoyo de la pareja que la adoptó para enfrentar esa nueva realidad.
“Pienso que ellos no sabían la verdad”, dijo Macarena en una conferencia de prensa en París, en la que señaló no se había probado vínculos entre los responsables de la desaparición de su madre y su familia de adopción.
Macarena vino a París después de participar en Madrid en la ceremonia de entrega del Cervantes a su abuelo Juan Gelman, invitada por la asociación Donde Están, que tuvo una activa participación en la campaña para ubicarla y ahora para que se haga justicia en el caso de los desaparecidos en Uruguay.
Sobre su historia personal “que es una historia colectiva de muchos países en América Latina”, la joven dijo que quizás un día escribiría un libro.
Por ahora, señaló estar dedicada sobre todo a la campaña para que se anule en Uruguay la Ley de Caducidad de pretensión punitiva del Estado, que ha permitido hasta ahora que los asesinos de su madre haya escapado a la justicia.