■ Derrota por doble 7-5 a Roger Federer, quien nunca ha ganado ese torneo
Sella Rafael Nadal un histórico póquer de cuatro títulos consecutivos en Montecarlo
■ El español reacciona y supera una ventaja de 4-0 que tenía el suizo en la segunda manga
Ampliar la imagen Rafael Nadal se tiró al suelo tras la última mala devolución de Roger Federer, a quien ya aventaja 9-6 en sus enfrentamientos Foto: Ap
Montecarlo, 27 de abril. El español Rafael Nadal derrotó hoy al número uno del mundo, el suizo Roger Federer, para sellar un histórico póquer de cuatro títulos consecutivos en el torneo de tenis de Montecarlo, primer Master Series sobre arcilla del año.
Nadal se tiró al suelo cuando la última devolución de Federer se fue larga para dejar el marcador en el definitivo 7-5 y 7-5. No era para menos, pues no sólo se trataba del primer trofeo de 2008 para el español, sino de la segunda vez que alguien encadena cuatro títulos en el Principado, desde que lo hizo el neozelandés Anthony Wilding, entre 1911 y 1914.
“Para mí, es el mejor torneo del mundo”, aseguró Nadal tras el partido, que supuso además el vigésimo cuarto título de su carrera y el décimo noveno sobre tierra. “Esto es algo inimaginable”, expresó.
Federer, quien desperdició un 4-0 favorable en el segundo set, bromeó resignado tras el partido al felicitar a su rival, que “como siempre” lo derrotó sobre la arcilla del Country Club.
El suizo, quien nunca ha ganado el torneo monegasco, cayó también en 2006 y 2007 ante el español, que ya aventaja a Federer 9-6 en sus enfrentamientos directos. Además, sobre arcilla, Nadal ganó seis de los siete partidos que disputaron.
“Rafa jugó genial, felicitaciones”, dijo Federer tras el primer “clásico” entre los números uno y dos del mundo en la actual temporada.
“Estuve a dos puntos de perder en mi primer partido (ante el español Rubén Ramírez-Hidalgo), así que ya estuvo bien llegar a la final”, comentó.
Federer llegó a Montecarlo tras lograr la pasada semana en Estoril su primer título del año, en su debut sobre arcilla. Se dedicará los próximos días a entrenar junto con su nuevo técnico, José Higueras, en víspera del torneo de Roma.
Nadal, por el contrario, buscará en Barcelona otro póquer de triunfos sin precedente, camino de la gran cita del año para el español, Roland Garros, donde también podría encadenar un cuarto título seguido.
Para Federer, París también es uno de los grandes objetivos del año, pues es el único “grande” que falta en su palmarés. Obtenerlo, sin embargo, le exigirá más concentración y constancia de la que demostró hoy en Montecarlo.
Yerros del suizo
El suizo rompió dos veces el servicio de Nadal en el primer set, pero sólo para ver cómo el número dos del orbe los recuperaba de forma inmediata. Y al final, después de poco más de 50 minutos, el español se llevó la primera manga con un sutil slice que superó la subida de Federer a la red e impactó en la línea.
El helvético volvió a romper el saque del español al comenzar el segundo set, pero en esta ocasión mantuvo la firmeza de su juego y aprovechó el bajón de su rival, para ponerse 4-0. Todo parecía indicar que el partido se decidiría en un tercer episodio.
Pero este tipo de cosas sólo sirven para inspirar a Nadal, quien a partir de ese momento ganó siete de los ocho juegos que se disputaron.
“En el principio del segundo set me tiré un poco atrás”, explicó el español, quien comenzó su recuperación cuando consiguió ubicarse un poco más metido en de la pista. “Luego él cometió algunos errores y eso me ayudó. Sin esos errores es imposible remontar un 4-0 a Federer”.
El suizo cometió 44 errores no forzados, frente a los 20 de su rival. “Fue un segundo set decepcionante”, admitió el número uno, ganador de 12 torneos de Grand Slam. “Jugué de la manera correcta y luego lo dejé volver al partido”, lamentó.
En cualquier caso, Federer, ganador en 20 de los 25 partidos que disputó esta temporada –una campaña que empezó con una mononucleosis que lo tuvo debilitado–, aseguró que sale de Montecarlo con la confianza reforzada.
“Presioné a Rafa y tuve la sensación de poder ganarle. Eso es algo que no sentí el año pasado (cuando Nadal ganó 6-4 y 6-4)”, advirtió.