Austriaco tuvo cautiva a su hija durante 24 años
La sometió a abusos sexuales constantes en un sótano; engendró siete hijos
Viena, 27 de abril. Un hombre de 73 años fue detenido hoy en la localidad austriaca de Amstetten por mantener secuestrada durante 24 años a su hija y haber abusado sexualmente de ella de forma regular, caso único y estremecedor en la historia criminal del país centroeuropeo, informó la policía.
La víctima, quien hoy tiene 42 años y responde al nombre de Elisabeth F., dio a luz siete hijos, cuyo padre probablemente es el detenido, Josef K.
Elisabeth F. narró que desde los 11 años fue violada reiteradamente por su padre.
El presunto autor negó las acusaciones. El portavoz de la policía, Franz Polzer, dijo hoy en conferencia de prensa que ahora las pruebas de ADN esclarecerán si el detenido es el padre biológico de los seis hijos.
Los investigadores creen que la mujer fue retenida en la prisión, que fue habilitada en la casa del padre, desde 1984. En ese entonces su progenitor acudió a la policía a denunciar la “desaparición” de su hija.
Elisabeth declaró que su padre la confinó en el sótano de la vivienda en 1984, la ató y la encerró. Durante los años siguientes –según contó la policía con base en el testimonio de la víctima– sufrió “continuamente los abusos del padre”.
Dio a luz a tres de sus hijos en el escondrijo de la bodega, pero crecieron con los abuelos, es decir, con su padre. Los otros tres hijos vivieron con ella en la bodega, pero se desconoce si durante su calvario dio a luz a un séptimo hijo, que al parecer murió al nacer.
Esta historia se descubrió debido a que la hija de 19 años de Elisabeth fue hallada inconsciente en casa de su “abuelo”.
En la búsqueda de la madre, en la que también participan los medios de comunicación, los investigadores encontraron en la casa del sospechoso una carta en la que se leía: “No me busquen, no tendría ningún sentido, y eso haría mayor mi sufrimiento y el de mis hijos”.
La frase siguiente, “tampoco se desean muchos niños ni una educación”, llevó a la policía a seguir una línea de investigación errónea. Las autoridades creyeron que la mujer se encontraba en manos de una secta.
Según la policía, la muchacha de 19 años se encuentra en una unidad de cuidados intensivos y se debate entre la vida y la muerte.
De momento se desconoce de qué enfermó. Un equipo de intervenciones en crisis se ocupa del resto de los hijos, de los cuales se desconoce su estado físico y emocional.
El portavoz policiaco relató que, tras su liberación, Elisabeth F. dio la impresión de sufrir fuertes trastornos sicológicos y su estado físico también acusaba una desmejora. La víctima accedió a dar una declaración completa de lo ocurrido sólo tras una larga conversación y después de que se le aseguró que nunca más volverá a tener contacto con su padre y que también se daría atención a sus hijos.
Elisabeth F. culpó a su padre de “crímenes múltiples”. Dijo que durante su cautiverio concibió siete hijos, uno de los cuales murió.
Reveló que en 1996 dio a luz gemelos, pero uno de los pequeños falleció al cabo de unos días por falta de cuidados. Contó que su padre se llevó el pequeño cadáver del sótano y lo quemó.
Durante su calvario, los tres niños que se quedaron con la madre sólo recibieron del detenido comida y ropa. Señaló que su madre, la esposa del presunto autor, no supo nada de lo ocurrido. Frente a las autoridades, el detenido dijo que había adoptado los tres niños que estaban a su cargo.