■ Avanza plan para desaparecer la coordinación para el diálogo en Chiapas
Gobernación utilizó a bases de apoyo para intentar ubicar a líderes del EZLN
Funcionarios de la Secretaría de Gobernación pretendieron –al inicio de este año– utilizar a integrantes de las bases del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) para ubicar a los líderes de este movimiento.
“Se les ha pedido llevarnos con los comandantes del EZLN, pero (integrantes de las bases zapatistas) han manifestado que tienen tiempo que no saben del subcomandante Marcos ni de los comandantes zapatistas, que creen que están fuera del país”, señala un reporte oficial de Gobernación.
De enero a marzo, la Coordinación para el Diálogo y la Negociación en Chiapas realizó 19 recorridos por la zona zapatista, especialmente donde se ubican los caracoles y juntas de buen gobierno. Sin embargo, esa instancia (incorporada a la estructura de Gobernación desde hace una década) no ha podido cumplir con los objetivos sustanciales que le dieron origen: “alcanzar un acuerdo de concordia y pacificación que logre la solución del conflicto armado”.
En cambio, con base en argumentos de tipo administrativo (ahorro de recursos, fundamentalmente) el gobierno calderonista pretende relegar el conflicto en Chiapas a un asunto de tipo social relacionado con la pobreza que padecen los indígenas de la región.
Lo anterior, con el posible traslado de las funciones de la coordinación a la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, según información recabada en Gobernación y el contenido de un anteproyecto difundido al inicio de este mes en la página electrónica de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria.
Pese a la existencia del documento anterior, el titular de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, declaró a este diario que “hasta la fecha no hay un cambio administrativo” en las instancias gubernamentales que buscan –al menos formalmente– solucionar el conflicto en Chiapas.
Tras el levantamiento zapatista, hace 14 años, fue creada una comisión para el diálogo en Chiapas, cuyo objetivo es atender las causas que dieron origen al levantamiento y, en este sentido, dar solución al conflicto armado.
En 1998 se publicó en el Diario Oficial el acuerdo por el que se integraba esa comisión a la Secretaría de Gobernación, cuyo objetivo es “propiciar el diálogo y la conciliación para alcanzar, mediante un acuerdo de concordia y pacificación, la solución justa, digna y duradera al conflicto armado iniciado el primero de enero de 1994 en Chiapas”.
Además, “atender las causas que originaron el conflicto y promover soluciones consensadas a diversas demandas de carácter político, social, cultural y económico, dentro del estado de derecho, por medio de las vías institucionales, a fin de alcanzar una paz justa, digna y duradera a través del diálogo y la negociación”.
A su vez, el coordinador para el diálogo y la negociación en Chiapas debe hacer los esfuerzos necesarios “para atender las causas que dieron origen al conflicto y promover una solución pacífica”.
Es decir, sin haber cumplido con sus objetivos para los que fue creada, la coordinación en referencia sería absorbida por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, la cual no tiene en sus atribuciones solucionar, de manera específica, el conflicto armado.
Hugo García, director general adjunto de enlace político de la coordinación citada, precisó que esa instancia ha buscado alcanzar un acuerdo de concordia y pacificación y atender, a través de las vías institucionales, las causas que dieron origen al conflicto.
Para ello, precisó el funcionario, se realizan recorridos de trabajo por comunidades indígenas asentadas en la “zona de influencia zapatista”, principalmente en los municipios de Altamirano, Las Margaritas, Ocosingo, Palenque y San Andrés Larráinzar.
No obstante, de acuerdo con una respuesta oficial, solicitada a través de la Ley de Transparencia, en lo que va de la gestión de Juan Camilo Mouriño como titular de Gobernación, personal de la coordinación ha intentado en tres ocasiones hablar con las autoridades zapatistas de las juntas de buen gobierno de Oventic y La Realidad, “pero éstas han reiterado su rechazo al diálogo con las autoridades gubernamentales”.