Ruta Sonora
■ The Raconteurs, Toni Braxton, Goran Bregovic
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The Raconteurs llega con su más reciente disco Consolers of the lonely
Montados sobre carretas eléctricas, los forajidos cuenta-historias de Nashville, mejor conocidos como The Raconteurs, comandados por el sheriff Jack White y su contra-maestre Brendan Benson, arrojan un nuevo caballo al rodeo, y vaya que lo montan con arrojo, energía y brillo en las espuelas. Consolers of the lonely (2008), segundo disco de la banda “alterna” (que de menor no tiene nada) de la mente maestra de The White Stripes, ofrece un plato aun más enriquecido con rocanrol del bueno, al crear una amalgama contemporánea, no revisionista (a pesar de estar influido por los clásicos ), de blueses extravagantes, progresivos rupestres, hospitalizadas melodías pop y narraciones absurdas, extraordinariamente bien contadas, cuyos temas recurrentes son la muerte, la intriga, los amores jodidos, la cárcel o la libertad como reto.
Y es que para White, sinónimo de hacer música es relatar leyendas, retratar detalles vitales y crear vínculos con quien les escucha. No por nada, el título del álbum fue tomado con ironía (y doble sentido), de una vieja oficina de correos: “El cartero… mensajero de amor y compasión, sirviente de los distanciados, consuelo de los solitarios, lazo entre las familias separadas…”
Casi un apéndice del Icky Thump (2007) de los White Stripes, pero con un sonido muy otro, igual de lúdico pero más a lo tremendo y azotado, Jack, poderoso y desarrapado guitarrista, se desdobla de más, y de nueva cuenta se deja apuntalar por el brillo pop de Benson (se turnan en la voz, pero predomina el primero), aunque ahora con mayor descaro al mando de la carreta, a diferencia del lugar un tanto escondido que ocupó en su oscuro pero alucinante debut Broken Boy Soldier (2006).
Los homenajes a Led Zeppelin, The Who y The Rolling Stones son evidentes, pero jamás en orden copista. Lejos de ello, pareciera que el caudal creativo de White no tuviera fin en arreglos lúdicos, animosos, infestados de vitalidad y pasión. Más despeinado que con los Stripes, Jack y compañía no desperdicia ni un segundo: jams aterrizados, riffs vigorosos y contundentes, teclados y trompetas apuntaladoras, violines campiranos, melodías frenéticas, de ánimo pomposo, incluso en las baladas o en el exquisito progre-cover al tema Rich kid blues, de Terry Reid. Explosivas suenan: la que nombra al disco, el divertido sencillo Salute your solution, The switch and the spur, Hold up, Many shades of black, Attention, o las bellas Pull this blanket off o Carolina drama. Su escucha es tan rica, que sin duda consolará la soledad de quienes se siguen estremeciendo con el sonido primigenio del rock, como único compañero.
Arte y naquez, rockabilly, punk-emo-fest
Sábado 26: 1. Radar 7, espacio de exploración sonora (XXIV Festival de México en el Centro Histórico), cierra con Anthony Braxton en el Teatro de la Ciudad. Nacido en Chicago (1945), compositor prolífico y multinstrumentista de excepción, Braxton es capaz de cruzar, con soltura, el lenguaje musical desarrollado por Charlie Parker, Paul Desmond, Eric Dolphy, Frankie Lymon o Karlheinz Stockhausen, respetando la tradición, pero a la vez expandiéndola. También, el Diamond Curtain Wall Trio, integrado por dos ex alumnos de Braxton: la guitarrista Mary Halvorson y el intérprete de metales Taylor Ho Bynum. Donceles 36, Centro; 20:30 horas, $150, $200 y $250. 2. Rockabilly copetón: Los Gatos, Los Desenfrenados, Rockin’ Bones, entre otros. Alicia (Cuauhtémoc 91-A, Roma); 21 horas, $70. 3. ¡Mala noche, no! Arte y naquez en la fiesta de cierre de la Feria México Arte Contemporáneo. Pinchando: DJ Erectus (Miguel Calderón), Artemio, Jun y Papi Chulo (Aldo Sánchez). Pasagüero (Motolinia 33, Centro); 21 horas, $50.
Domingo 27: 1. Dentro de Radical Mestizo (XXIV Festival…), Goran Bregovic con su Orquesta y Coro para Bodas y Funerales, y la Banda Instrumenta de Oaxaca (orquesta típica): concierto gozoso en el que la música gitana de Los Balcanes se fusionará con el sonido popular, también sincrético, de este lado del Atlántico. Bregovic, nacido en la extinta Yugoslavia, inició su carrera con el grupo de rock Bijelo Dugme, y ha trabajado con el director de cine Emir Kusturica. El coro que le acompaña, con voces búlgaras y mexicanas, no sólo sintetiza la diversidad cultural de su país natal, sino que amenaza con provocar un feliz y bailador encontronazo de idiosincracias. Zócalo capitalino; 18 horas, gratuito. 2. Tardeada punk-hard-emo: Elli Noise, Seis Pistos, Rodeo, Eclipse, Mister Equis, Cometa, Pussy Punk y ocho bandas más. Bicho Raro (Colima 55, Roma); 15 horas, $80.