■ Con el encuentro no se olvidarán los crímenes en la entidad, señalaron invitados a la apertura
Inicia el primer Festival de Cine de la Frontera en Ciudad Juárez
■ Los feminicidios han sido exagerados por libros y películas; qué bueno que los cineastas están aquí para que vean la realidad, comentó con desdén el presidente municipal de esa metrópoli
■ Purgatorio, de Roberto Rochín, basada en textos de Juan Rulfo, inauguró la gala fílmica
Ciudad Juárez, Chih., 25 de abril. Podría ser un lujo, pero los gobiernos del estado de Chihuahua y de Ciudad Juárez han entendido que la cultura es un servicio público al que ciudadanos que residen en esas entidades, naturales o no –dos terceras partes de los habitantes provienen de distintas partes del país–, tienen derecho. Es lo que quieren demostrar con la realización del primer Festival Internacional de Cine de la Frontera, reunión fílmica que, a decir de su director, Agustín Pérez Santiago, se hizo “para la gente de Juárez, más que para los cineastas, prensa e invitados. Los festivales deben ser para la gente de la sede del encuentro”.
Ciudad Juárez es “principio y fin del país”, metrópolis fronteriza golpeada por el narco y los asesinatos de mujeres, localidad que ahora alberga este festival, el cual pretende difundir y promover la producción cinematográfica más reciente de México y del mundo, aquella que aborda líneas divisorias entre los humanos: fronteras mentales, económicas, religiosas o de género.
Esta primera edición está dedicada sólo a las fronteras territoriales, reiteró Pérez Santiago, anoche en el Centro Cultural Paso del Norte, donde se inauguró el encuentro.
El hecho, comentó el actor Héctor Bonilla, es “celebrar con un festival de cine para mostrar un Juárez distinto. No quiere decir que dejemos de pedir justicia y una investigación para que se esclarezcan los crímenes, pero también hacer ver que hay otras cosas de la cultura que pueden enriquecer. Juárez no sólo es el entrampamiento del tráfico y los crímenes contra las mujeres, también es un recinto de patriotas”.
Bonilla, quien participa en el encuentro con una puesta en escena de nombre Almacenados (que se presentará en el Teatro Grande del mencionado centro cultural) conoce la ciudad: hace poco montó una obra en el teatro Víctor Hugo Rascón Banda, en la que presentaba un monólogo. Ahora regresa para montar la puesta de un escritor catalán.
Argumenta: “Estamos pegados al imperio de Estados Unidos, pero tenemos más soberanía que Chile, y eso no es gratuito, es producto de cientos de miles de mexicanos que tienen que ver con esta ciudad, mismos que dieron la vida por la patria. Hay que recordarle eso a la gente”.
Para el director Carlos Bolado, quien rodó un documental en esta tierra hace unos siete años, la gente debe saber que Ciudad Juárez tiene “otras caras, no las que siempre se saben mediante las noticias”. Es alentador que se le quiera dar a la comunidad otro tipo de cine, consideró.
Lo mismo opinaron las actrices Margarita Gralia y Silvia Navarro. “No debemos olvidar, pero es un buen aliento que se realice un encuentro de cine”, coincidieron en opinar.
La palabra “frontera” permea todos los comentarios. Para una de las homenajeadas del festival, la actriz Columba Domínguez, hay que “pensar más alto; las fronteras humanas, las mentales, son las que hay que superar, porque las otras son cuestiones administrativas, de territorios, pero el pensamiento alto no tiene fronteras. Cuando nos referimos a las fronteras físicas me vienen a la mente los migrantes; me duele la forma cómo han tenido que irse de su tierra para buscar mejores condiciones de vida”.
“Como Cannes o Viña del Mar”
Menos afortunadas resultaron las declaraciones del alcalde de Ciudad Juárez, José Reyes Ferriz, quien no sólo culpó por el mal aspecto que tiene su ciudad “a unos cuantos”, sino que “a corto plazo, queremos metas grandes”, como que este encuentro sea pronto como “el festival de Cannes, en cuanto al cine, o como el de Viña del Mar, en cuanto a la música”. Se voló la barda, comentaron muchos presentes en la inauguración, algunos de los cuales, en dos ocasiones le interrumpieron para recordarle el nombre de la zona marginal de la ciudad donde se han encontrado muchas de las jóvenes asesinadas: Lomas de Poleo.
Pero el mandatario siguió con el protocolo de la reunión de los “cináfilos” (sic) y las películas con el tema de la frontera, así como algunas historias relacionadas con el tema de los feminicidios, “que han sido exagerados por las películas y los libros. Qué bueno que los cineastas están acá para que vean la imagen real de lo que pasa, porque a veces creemos que lo que ponen son puros efectos especiales”.
Purgatorio, de Rulfo y Rochín
La cinta que inauguró el festival fue Purgatorio, seleccionada en competencia de largometraje. Se trata de un historia basada en tres cuentos de Juan Rulfo: Paso del norte, Pedazo de noche y Cleotilde. El director, Roberto Rochín, hace un viaje nostálgico (dos de las tres historias fueron filmadas en blanco y negro con imágenes documentales de archivo) por ese México desvanecido y expresionista de Rulfo. En la cinta, que contiene “toda la visión documental de Juan Rulfo”, actúan Dolores Heredia, Ana Claudia Talancón y Pedro Armendáriz, entre otros. El proyecto goza además de buena fotografía de Arturo de la Rosa y Alfonso Aguilar.
Luego de diez años, Rochín estrena su cinta. En entrevista, relata: “Desde la secundaria leí uno de los cuentos de Rulfo, Paso del norte. Quedé encantado. El título viene porque en varias frases de su obra hay alusión al purgatorio. La muerte es recurrente en su quehacer”.
Inició su proyecto en 1995, cuando filmó el corto Un pedazo de noche, protagonizado por Dolores Heredia. Esperó otros años para hacer lo propio con Paso del norte, estelarizada por Julio Martínez y Fidel Cerda. En 2004 rodó Detrás de la muerte, con las actuaciones de Ana Claudia Talancón, Pedro Armendáriz y Miguel Rodarte. Ahora los unió y matizó para encontrar en la muerte el hilo conductor de Purgatorio.
“Traté de permanecer fiel al texto –asegura–. Los diálogos de los actores son 90 por ciento textos de Rulfo; lo que escribió y fotografió fueron claves para orientarme e inspirarme en la cinematografía de esta película. Rulfo plantea la migración del campo a la ciudad, donde los seres humanos se vuelven fantasmas, y es lo que quise hacer con este filme”, que se exhibirá en octubre en salas comerciales del Distrito Federal.