■ Se reavivan diferencias entre Buenos Aires y productores agrícolas
Relevo en el Ministerio de Economía; Carlos Fernández remplaza a Martín Lousteau
Buenos Aires, 25 de abril. El gobierno de Cristina Fernández dio un paso fuerte en estas horas con el alejamiento del Ministro de Economía Martín Lousteau, quien renunció anoche y fue remplazado por Carlos Fernández, una figura de mayor trayectoria gubernamental, mientras parece renovarse el conflicto con entidades productoras del campo, que realizaron un duro paro patronal en marzo pasado.
La salida de Lousteau a cuatro meses de gestión del nuevo gobierno fue interpretada en términos negativos por la oposición y varios medios, que mantienen una actividad agresiva contra la mandataria y su esposo el ex presidente Néstor Kirchner, quien asumió recién como jefe del justicialismo (peronismo), a cuyas fuerzas heterogéneas convocó con rapidez para enfrentar la nueva situación.
Desde el gobierno se advierte que no existe “crisis” como dicen sectores de oposición, sino que se había cumplido el ciclo de Lousteau. Se atribuye también a proyectos presentados por el funcionario saliente para “enfriar la economía, ir a un crecimiento más moderado, reducir el gasto público y otros, que no convencieron al gabinete.
También se menciona el reciente conflicto con los productores, cuyo paro por tiempo indefinido estuvo a punto de colapsar el abasto de alimentos, que transcurrió con una acción mediática y movilizaciones con presencia activa de sectores ligados a la pasada dictadura militar.
El nuevo titular de Economía, Carlos Fernández, fue subsecretario de Provincias, funcionario de la Secretaria de Hacienda en el gobierno del ex presidente Kirchner y luego ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires en el gobierno de Felipe Solá.
El choque verbal gobierno-sectores del campo sigue después que el 11 de marzo se lanzó la decisión de imponer más retención a las exportaciones multimillonarias de soya para comenzar un programa de redistribución de la renta que desató el paro patronal.
El gobierno advierte desde entonces que no puede ceder a lo que consideró “chantaje” del que fue víctima la población en general.
El diálogo que se logró después que el gobierno corrigió el tema de retenciones, para que éstas no afectaran a los pequeños productores y también a los que viven en zonas marginales, con mucho mayor gasto de transporte, tiene ahora como telón de fondo una tregua de 30 días que termina el próximo primero de mayo.
Ayer hubo nuevos chispazos, en medio de la grave situación creada por un incendio de pastizales que está produciendo severos daños ambientales, detrás de lo cual voceros del oficialismo suelen ver una “mano negra”.
Cristina Fernández rechazó las críticas de las entidades agropecuarias que acusaron al gobierno de incumplimiento en el acuerdo de la carne y sostuvo que “el convenio que se firmó y estamos dispuestos a cumplir para abrir las exportaciones, es que se retraigan los precios para que todos los argentinos puedan acceder a los bienes que se producen en Argentina”.